Curiosamente la sucursal local del Banco Nación fue por mucho tiempo la más «tranqui», con poca gente en los mostradores, sin colas, con un nivel de operaciones sensiblemente menor al de su principal competidor el Banco de la Provincia, y en cierta medida menor también que otros bancos privados que han operado y operan en la plaza local. Pero ocurre que desde hace ya un tiempo hay colas, los clientes sacan números a una hora y concurren varias horas después ya que tienen hasta 80 ó 100 turnos adelante, hay colas también en los cajeros automáticos, lo que refleja un repunte inusitado que tiene al personal al borde de la histeria.
Uno de esos empleados solicitando reserva absoluta de su nombre nos decía: «No damos más, no paramos un minuto, ni ir al baño podemos, si seguimos a este ritmo terminamos en un psiquiatra. La solución es que envíen refuerzos, que tomen más personal, porque los que estamos no damos abasto».
Le preguntamos a nuestro interlocutor a que se debe ese incremento de operaciones, y nos dijo: «A muchas causas, la bancarización de los jubilados, el volumen de créditos mucho mayor, mucho movimiento en plazos fijos, el cambio en los últimos tiempos es notable. Para colmo hay personal de vacaciones, los clientes se quejan, estos últimos días ha sido un caos…»
La solución, como bien lo dice el empleado consultado, es aumentar el personal, algo que le vendría muy bien a la dotación actual y mejor aún a los jóvenes aspirantes que puedan lograr trabajo seguro y bastante bien pago.