Pasados unos días de la finalización del Dakar 2014, El Oeste entrevistó a Patricio Aguirre Saravia ya con más tranquilidad, logrando jugosas respues-tas del piloto Dakar de nuestra ciudad. Se acomo-da en el sillón y piensa cada respuesta recorriendo por su mente cada uno de los 9.300 kilómetros que viajó a bordo del camión MAN N° 533. “ Fue una gran satis-facción saber que tuvimos el apoyo de todo el pueblo y que pudimos compar-tirlo con nuestros vecinos. Yo nunca dimensioné lo que estaba haciendo. Era una meta personal y terminó siendo algo que gracias a Dios compartió todo el pueblo, mi pueblo. Y gracias a Dios que ter-minamos y dimos la vuelta a los más de 9.000 kiló-metros que es lo que los 400 y pico de pilotos que-ría cuando estábamos en Rosario. Para quien no tuvo experiencias en este tipo de competencias es un día a día. Esto empieza a pesar cuando muchos compiten y otros van para llegar. Además pesa cuan-do en 10 segundos te podés mandar una maca-na y te tenés que volver a tu casa. Entonces orde-nás tu cabeza y es el mo-mento de saber que debes disfrutar cada metro de carrera.
«DECIDIMOS QUE ERA LO QUE QUERÍAMOS»
Nosotros arrancamos con algunas diferencias arriba del camión, Andrés (Memi) es un piloto con-servador pensante, y Gerardo (Del Zotto) es más competitivo, yo quedé en el medio y tuve que mediar, nos reunimos y decidimos que era lo que queríamos. Nosotros de la mitad para adelante la pasábamos re bien, hemos terminado ago-tados pero pudimos dis-frutar la competencia. En cuanto al terreno y a la distancia y largo de los especiales, Chile fue el más duro, aunque ya nos habían anticipado. Ya en las cuatro o cinco últimas etapas veíamos la largada de los Mini (Cuper), de los Kamaz, y eso era porque quedaban muy pocos, los autos que quedaban eran los mejores, la organiza-ción Dakar había men-cionado de la dureza del trazado y yo sanamente lo creo. Hubo días donde tanto especiales como tramos de enlace eran muy largos. Yo tuve la suerte de vivir y compartir con personas que tenían más de 20 Dakar encima. Te decía, esto es lo más parecido al Africa que hemos visto. Para mi estaba todo bién, yo no había conocido como era la anterior competencia como para comparar. Tanto Chile como Bolivia, nos dieron su apoyo, en Bolivia contaban algunos motociclistas que tuvieron mucho apoyo. Bolivia no nos pudo recibir por que no estaban preparados por infraestructura, imáginate 70 camiones que consumían 600 o 700 litros de Gas Oil por día.
«TE PEDÍAN FOTOS, AUTÓGRAFOS, A MI ME DABA VERGüENZA…»
Eso es imposible para ellos. A mi me dio hasta vergüenza tanto en suelo argentino como chileno que te pidan fotos, autógrafos, más que nada por ser pocos argentinos que estábamos corrien-do. Por suerte estuve arriba de un camión y nunca me arrepentí de estar ahí. Gracias a Dios nunca se me cruzó ningún pensamiento raro. Cuan-do corrimos el riesgo que nos desclasificaran por el error mio, que nos comi-mos dos way points (controles de paso) no nos quejamos más, nunca pedimos mas nada, en ningún momento dudás de lo que querés hacer. Y la gente de Casares se hizo sentir en todo mo-mento, fue grandioso. El próximo año no se que voy a hacer, estoy disfru-tando este y no se que haré el próximo año, yo no lo correría en ninguna otra cosa que no fuera un camión, hablando con tipos de mucha expe-riencia, el camión es lo más barato de mantener en carrera, los autos los hacen de nuevo literal-mente en cada noche, es algo muy complejo por-que en el caso de los camiones acá no se ven, ni cerca tenemos camio-nes parecidos acá. Se verá, es un tema muy prematuro. Aunque digan que el Dakar se va a correr en Argentina. Estoy in-mensamente agradecido a la gente de Casares, por las muestras de cariño, los mensajes, todos los gestos que me hicieron llegar, me alegro que lo hayan disfrutado todos, te vuelvo a repetir, nunca es tarde para algo que te haga picar la panza, ojalá cada uno pueda realizar en su vida algo que le guste, hay que hacer por lo menos una locura en la vida y de eso se trata”.