El jueves, pese al paro general anunciado por gremios opositores al gobierno nacional, en Casares no se hizo sentir demasiado, dado que el comercio, la industria, las empresas cerealeras y gran parte de las restantes actividades trabajaron normalmente. Obviamente hubo paro de camioneros (Moyano fue mentor de la huelga), lo hicieron algunos maestros, el Correo estuvo cerrado, los bancos trabajaron pero sin clearing y los cajeros sin reposición, pero en general la medida de fuerza no se notó como pudo apreciarse en la Capital, que adquirió una mayor significación dado que el paro de transportes impidió la movilización de los que hubieran deseado ir a trabajar. Además la gran cantidad de piquetes realizados por distintas organizaciones impedía la circulación en zonas neurálgicas, por lo que quieran o no, los trabajadores debían hacer paro obligatorio, incluso aquellos cuyos gremios, que fueron mayoría no adhirieron al mismo.
De todas maneras Capital y las ciudades importantes del país se mostraban desérticas, con una inactividad muy alta.