En la plaza San Martín, más precisamente en calle Alte Brown frente mismo a la Iglesia, un enorme carro gastronómico de «última generación» asombró a todos los paseantes. Orgulloso, su dueño Fabio Gallardo, más conocido por «El Puma Gallardo», que no es otro que el propietario de «Puma Panchos», mostraba sus instalaciones a los eventuales clientes.
Como se recordará «Puma Panchos» funcionaba en un kiosco de chapa instalado en la vereda del super «Día %» frente al Banco Provincia, el que fuera clausurado por la comuna por falta de habilitación.
Cuando todo parecía que el tema iba a dar para mucho más, el popular «Puma Gallardo» se apareció con un «Puma Panchos» último modelo asombrando a todo el mundo.
El Oeste llegó al lugar, era de noche y estaba iluminado. Gallardo atendió muy amablemente a nuestro cronista.
-Nos comentaron que te fuiste para arriba…
-Y bueno, se dio la posibilidad de adquirir un carro gastronómico, muy lindo.
-Qué comodidades tiene?
-Tiene 6 metros de largo y todo instalado adentro. Tiene cocina gastronó-mica, parrilla, bomba eléctrica para tirar el agua, hasta baño tiene. Podemos hacer hamburguesas, panchos, conos… después le vamos a ir incorporando otras cosas.
-Su costo debe ser altísimo?
-Su costo es de 150.000 pesos.
-Lo compraste nuevo?
-Da la casualidad, después del problema que tuve con la clausura, que me contrata Silvio Fernández para la fiesta de 15 de su hija, para servirles panchos a los invitados. Ahí conocí a una persona que había venido con el cattering, que se acercó a mi carro, estuvo comiendo unos panchos y me dijo que tenía algo espectacular que me iba a servir. Me dijo que tenía un trailer gastronómico, con todos los chiches, que lo había comprado para él y con todo el material que debe llevar y me lo ofreció.
Eso fue el viernes, el lunes fui a verlo a Chivilcoy y cuando lo vi me entusiasmé y me decidí a comprarlo, ya que tengo un terreno de 10×50 con el cual ya casi tengo cerrado el negocio.
El hombre me lo dejó traer sin más, me dijo que yo era un tipo de trabajo y que no iba a tener problemas y además le habían hablado muy bien de mí Silvio Fernández y Fabio Molinetti, con quien se encuentra en numerosas fiestas.
Es una inversión grande pero es una fuente de trabajo muy importante en este momento.
-No hay mal que por bien no venga…
-Eso me dicen todos. El de “arriba” me tocó el hombro, se acordó de mí.
Y el sábado, la verdad que los chicos se portaron bárbaro y tuve récord de ventas.
Con esto puedo trabajar en todo el país y no puedo hoy estar más que agradecido porque esto también lo he podido lograr gracias a todos. En cuanto al otro lugar en el que yo trabajaba, la municipalidad me lo habilitaría para kiosco o bien tal vez me lo puede llegar