En la última Sesión Ordinaria del Honorable Concejo Deliberante celebrada el jueves 24 ppdo. ingresó un Proyecto de Ordenanza presentado por el bloque del Frente Progresista Cívico y Social, por el cual se declara de interés y utilidad pública, la defensa, mejoramiento, ordenamiento y ampliación de todos los componentes de los espacios verdes y del arbolado público, que conforman el Parque Gral. San Martín y el acceso Guillermo Loewen-thal, comunmente denominado «el camino del cementerio».
Dicho Proyecto de Ordenanza -lo decíamos en anterior nota- tiende a bloquear una idea expresada por el intendente Walter Torchio referida al traslado de los antiguos eucaliptus que bordean al último tramo de dicho camino, a fin de facilitar la continuación de la senda peatonal. El objeto es lograr que quienes realicen actividades aeró-bicas por ese camino, o los jóvenes que concurran a la Disco que funciona en las inmediaciones, lo hagan en forma segura y sin riesgos, dado que esos pocos cientos de metros deben transitarse en la actualidad o bien por la cinta asfáltica o de lo contrario por las estrechas banquinas de tierra.
El intendente Torchio al adelantar su idea, dejó expresamente aclarado que esos eucaliptus no iban a ser talados ni destruidos, sino mudados al camino de tránsito pesado actualmente en construcción. También manifestó que iba a tratar de consensuar dicho proyecto con la oposición, a fin de que lo que se resuelva se haga en forma conjunta.
Sin duda alguna el proyecto presentado por el Frente Progresista desestima cualquier acuerdo, ya que deja aclarada su posición contraria a la idea pergreñada por el intendente.
Atento a que el rol de la oposición es controlar, dialogar, intercambiar ideas y trabajar para la comunidad, se vería con muy buenos ojos que ante una problemática realmente preocupante, la que ha costado ya la vida a dos jóvenes, el proyecto de «respeto y valoración de la naturaleza y sus manifestaciones», vaya acompañado de una propuesta alternativa, porqué no creativa y hasta menos costosa, para que la obra requerida pueda verse concretada sin necesidad de trasladar esas añosas plantas como propone el jefe comunal, y así poder defender ese «patrimonio natural y cultural atesorado durante décadas por distintas generaciones de casarenses», tal como reza en los conside-randos de la ordenanza presentada.
Caso contrario estaríamos ante un proyecto de neto corte opositor que no propone una alternativa mejor, que es lo que debiera ocurrir para que el sistema democrático funcione aceita-damente.
Porque no debemos olvidar que la senda peatonal es una obra iniciada precisamente por el gobierno anterior, del signo político de la oposición actual, que luego fue continuado por el gobierno del intendente Torchio, el que ahora pretende finalizarlo.
Todo haría pensar que cuando lo que es hoy la oposición concibió dicha obra, tendría la solución para sortear el problema de los eucaliptus. Exponerla ahora sería lo indicado.