Dentro de las prioridades y carencias de los pueblos que como el de Casares tienen una población menor, la salud se convierte en uno de los principales objetivos de los gobernantes. Sabido es que la falta de equipamien-to, infraestructura y profesionales médicos hace que el tratamiento de ciertas enfermedades cuya complejidad excede las posibilidades del sistema de salud local, obligue a la derivación hacia otros centros donde sí pueden ser atendidos, aunque dicha solución no deja de ser compleja y por momentos problemática, dada la saturación de dichos establecimientos asistenciales. Ello demanda con frecuencia una suerte de peregrinar llamando a uno y otro hospital, hasta poder lograr aquel que reciba al paciente que necesita ser derivado.
Debemos reconocer por lo tanto la decisión política del gobierno de turno de priorizar el tema de la salud por sobre todos los otros, proponíendose hacer del hospital local un efector de salud cada vez más equipado y en condiciones de atender dolencias que antes exigían una derivación. Ello sumado a un mejoramiento edilicio y a una infraestructura acorde a las necesidades de la salud moderna, hacen posible lograr uno a uno los objetivos trazados, que por imperio de los nuevos adelantos y conquistas en materia de salud, no se pueden detener y exigen una actitud constante de mejorar. La incorporación de nuevos servicios, la adquisición de tecnología y el aporte de profesionales médicos capacitados es un desafío que debe imponerse toda gestión municipal, como una manera de salvaguardar la salud de la comunidad.
Como decíamos, se aprecia en la gestión municipal una dedicación expresa destinada a brindar más y mejores posibilidades a los casarenses para la atención de su salud, si bien es cierto que todo es perfectible de mejoras y que subsisten en el área de salud algunas falencias endémicas propias de la condición humana, que deben ser corregidas y desterradas.
La inauguración prevista para el día de mañana de la refacción del Sector B del Hospital Municipal, es una muestra de la intención y preocupación del gobierno comunal de poner acento en la salud como una de sus prioridades. Debemos interpretarlo como algo sine quanon, un requisito esencial y necesario del que no puede prescindir ningún gobernante. Y es auspicio-so que así sea.