El destino es un camino
y nosotros sus peregrinos…
Vamos andando su huella
sin conocer nuestra estrella,
como labriego que siembra
y sueña con su cosecha..
Si se usa buena semilla
ha de ser mejor la trilla…
Se dice comúnmente “En la vida has de recoger lo que siembras” y es verdad. Si hemos realizado, a lo largo de nuestro camino, más allá de extenso o no del mismo, buenas acciones, una vida correcta, jalonada de ejemplos de buenos sentimientos y si hemos marchado con gestos de manos dispuestas a la ayuda, pecho listo al cariño y corazón abierto a la solidaridad, seguro que al final de nuestro recorrido encontraremos el aprecio y comprensión de nuestros semejantes, que serán pañuelos de amor agitados al viento, para saludarnos en el momento de nuestra partida. Y en sus almas se construirán nidos de nostalgia para que duerman en ellos los más hermosos recuerdos.
Roque Benito Scabone fue un claro ejemplo de ello. Trabajador, correcto y honesto, esposo y padre amoroso, vecino de buenos y altruistas sentimientos, sembró a lo largo de su sendero tan buena semilla que al final del mismo, la cosecha fue ubérrima.
Casado con Irma Librandi, su compañera de toda la vida, padres de Estella, Miguel, Susana y Sandra, sus retoños que lo hicieron abuelo y bisabuelo, para entibiar de cariño y felicidad el otoño de la vida. Empleado de Correos y Telecomunicaciones, lugar donde se jubiló, luego de 42 años de intachable servicio y con el cargo de Jefe, que lograra luego de desempeñar ese cargo durante 5 años en la sucursal de Martínez de Hoz. Pero su espíritu de colaborador y su pasión deportiva, lo llevaron a ocupar durante muchos años tareas ad honorem como Tesorero de la Liga Casarense de Fútbol y en la Asociación de Bomberos Voluntarios de Carlos Casares. También trabajó mucho tiempo como administrador de la Peluquería y Agencia de Lotería de Vicente Pinciaroli. Siempre su espíritu jovial, su trato ameno y lo destacado de sus sentimientos, lo rodearon de amigos y el cariño y respeto de todos los que lo trataron.
Esa vida calma,. serena, con la sonrisa siempre dibujada en la comisura de sus labios, fue dibujando su andar por los senderos del destino, como dijo alguna vez don Atahualpa, “en un marchao parejo de no cansarme…” y los años se fueron acumulando, felizmente. Pero…siempre hay un pero, una pertinaz diabetes ponía la luz roja de su alerta en su existencia y así fue que un día, esa luz roja se encendió para siempre y una disfunción renal, con más serias complicaciones, pusieron punto final a la vida del bueno de don Roque Benito Scabone, el 23 de junio último.
El enorme pesar y dolor que su partida provocara, quedó manifestado en su velatorio y posterior inhumación, en el cementerio municipal, el martes 24 a las 10 hs., previo responso religioso rezado en la Iglesia Nuestra Señora del Carmen.
Don Roque, como le decíamos con cariño, gracias por habernos regalado la bendición de su existencia y que el Señor, en su inmensa y divina justicia, le de la paz que su alma merece en el descanso eterno.
J. D. O.