Como lo adelantamos oportunamente, son alrededor de 20 los casarenses sorteados para integrar los jurados populares, cuyos documentos terminaban en 983 y 461. Dimos la lista y entre todos ellos figura un hombre relativamente joven que supo vivir en una localidad del norte de nuestro partido, y que aquejado por problemas mentales fue internado en el hospital municipal. Dado que estaba demasiado excitado y no lo podían controlar, decidieron atarlo fuertemente a la cama ya que se levantaba y se ponía sumamente agresivo y amenazaba fugarse. Pero dicha prevención no fue suficiente, ya que en un descuido de quienes lo cuidaban, el hombre salió corriendo del hospital y se escapó con el elástico al hombro, generando un revuelo entre el personal y la custodia logrando finalmente ser reducido. Por razones obvias no damos a conocer su nombre, dado que el hecho ocurrió hace ya muchos años e ignoramos la suerte de dicho vecino.
La historia viene a cuento de que tanto se duda hoy de la condición humana, que considerando que «los locos y los chicos dicen la verdad» y ante las sospechas de corrupción en la justicia, un jurado integrado con algunos lelos pueden ser garantía de honestidad…