Hemos recibido una catarata de quejas de usuarios de gas, algunos se hicieron presentes en nuestra redacción enarbolando las facturas, perplejos e incrédulos con aumentos que -dicen- superan el 300% con relación a boletas anteriores del mismo bimestre. «Imposible pagar semejante aumento», afirman amargados, aunque no tienen manera de poder solucionarlo, salvo el protestar y rogar que surja a nivel del gobierno algún tipo de solución. Para colmo no existe ningún otro tipo de calefacción más efectiva y económica que el gas, dado que usando la electricidad el costo sería similar o mayor, lo mismo que la leña con los inconvenientes y riesgos que puede traer.
En momentos en que la actividad comercial está bajando en forma notable (ver nota en esta misma edición), con una inflación muy alta y sueldos insuficientes, semejante aumento no sólo reciente la economía de los usuarios, sino que los obliga a prescindir del servicio, si no completamente, varias horas al día, obligándose a pasar frío y a perder su calidad de vida.
Si bien es cierto que por los subsidios del gobierno el servicio de gas lleva largo tiempo sin aumentar, tal vez éste sea el peor momento, cuando la situación ha empeorado y los bolsillos flaquean.