Allí nadie hablaba del juez Griesa, ni de fondos buitre, menos de bonos, dólar blue, y en lugar de llorar por el default, la gente reía y jaraneaba a más no poder. Eran más de 900 las personas que el sábado se congregaron en el salón del Club Amparo, en el que el empresario de la noche «Pipo» González, presentó a «Kino, el cantante», un interprete de música popular que arrastra multitudes, nada de copetudos ni chicas de la societé, la mayoría jóvenes de clase media y media baja, que le dieron con todo a la pachanga y se divirtieron en grande.
Menudo contraste para los que se empeñan en mostrar un pueblo acongojado por el revoloteo de los buitres made in USA, que en nada se diferencian a los mismos pajarracos verná-culos que asolan estas pampas. La gente de pueblo, la que no habla de default, sabe que tiene que levantarse todos los días para trabajar o estudiar, y que los sábados son para divertirse. La multitud reunida el sábado en el salón del Club Amparo, así lo demuestra.
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