Ser integrante de la Comisión Directiva del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Carlos Casares, tiene una particularidad muy especial porque las buenas ideas, los buenos gestos y actitudes no vienen sólo de los integrantes mayores que por experiencia y cultura suelen aportar, sino que con observar el comportamiento y las acciones de un grupo de jóvenes todavía adolescentes, como colaboran y participan del cuidado y atención de la flota automotor de esta institución que ya es un orgullo por su número y moderna tecnología, gracias a la ayuda permanente que estamos recibiendo de esta bendita sociedad casarense.
Este pequeño gran detalle está marcando en que maravillosas manos vamos a dejar dentro de algunos años más la conducción de este nuestro querido Cuartel, pudiendo asegurar que los esfuerzos de Don DANIEL JAVIER DE LA SOTA y su gente jamás serán en vano, ante promesas como estas desde la acción, el amor y el silencio.
Por todo ello recordamos con especial cariño el cincuenta y siete aniversario de la creación de nuestra amada Asociación, y nada mejor que poner a consideración de la sociedad de Carlos Casares, quince aforismos que me surgieron como consecuencia de observar las actitudes, formas y gestos del accionar bomberil.
Sabes por qué un Bombero Voluntario es querido y respetado por la sociedad, porque vive para brindarse a los demás.
Un Bombero Voluntario es un ser tocado por un don de Dios, que lo inclina a tomar la vida como una misión mística.
La pasión por ayudar al prójimo diariamente, convierte al Bombero Voluntario en un “santo cotidiano”.
Un Bombero Voluntario es querido y respetado porque el Cuartel supo enseñarle a practicar la unidad en la diversidad, para vivir en amistad y comprensión.
No hay mejor bendición que encontrarse rodeado de personas que con unción sólo piensan hacer el bien a los demás, y eso se logra en un Cuartel de Bomberos Voluntarios.
El Bombero Voluntario es reconocido por la sociedad, porque demuestra con su accionar que está dotado de la mejor ética y valores.
Buen cuartel y buen hogar son dos elementos que, unidos forman excelentes Bomberos Voluntarios.
Poseer un buen plantel de Bomberos Voluntarios, es el mejor reaseguro que puede ostentar una sociedad bien organizada.
Sólo en un buen Cuartel de Bomberos Voluntarios se aprende a tener el necesario valor y agallas, para enfrentar a un elemento tan voraz como el fuego.
Un Cuerpo de Bomberos Voluntarios es un lugar donde se practica la entrega, la humildad y la perseverancia, por ello sus integrantes dejan huella con el correr del tiempo.
El buen Bombero Voluntario fortalece su espíritu, levantando a los que están caídos.
Que nadie le diga a un Bombero Voluntario qué tiene que hacer, cuando y ha decidido cuál debe ser su destino.
El Bombero Voluntario brinda en su accionar amor sin límite ni medida, porque esa es la mejor forma y dimensión de amar al prójimo.
El buen Bombero Voluntario transmite con su actitud cotidiana, las virtudes y valores que lo llevan a demostrar su afecto y caridad por el prójimo, la sociedad lo percibe y es por ello que es tan valorado y reconocido.
Los Bomberos Voluntarios caritativos y piadosos no mueren nunca, porque entran en la historia grande y por la puerta más honrosa del sentir bom-beril, donde siempre perdurarán sus nombres.
Guillermo Oscar Tous Comisario General (r.a.)