El Marco Internacional:
Europa, como dijimos, desarrollaba la 2° Revolución Industrial, y por lo tanto requería la ocupación de colonias en otros continentes. Si bien Inglaterra había tomado la iniciativa, las otras potencias querían disputarle el reparto imperial. Pero antes se dirimirán conflictos de poder entre ellas, como es el caso de la guerra Franco-Prusiana, que determinaría la derrota de Francia a manos de Prusia y los estados alemanes del sur. En efecto, el emperador Napoleón III (descendiente de Bonaparte), vio truncadas sus veleidades imperia-listas, luego de la ocupación de Argelia; su aventura germana terminó muy mal, no solo por su captura a manos de los prusianos, sino por la pérdida de los territorios de Alsacia y Lorena , con importantes yacimientos de hierro y carbón, fundamentales para el proceso industrializador, el káiser (emperador) Guillermo I había elegido como ministro-presidente a Otto von Bismark, cuyo objetivo fue la creación del 1° Reich, para lo cual era necesaria la unificación política de los estados alemanes y Prusia, anhelo logrado y consolidado económicamente a partir de la anexión de los yacimientos citados. De esta manera, Alemania no solo se consolidará sino que disputará ocupaciones territoriales externas con un claro fin nacionalista de expansión, es decir, imperialista.
Así las cosas, Inglaterra, ante el temor creciente de la competencia , reforzó su presión sobre sus aliados ultramarinos, Los gobernantes liberales argentinos, Mitre, Sarmiento y Avellaneda no quisieron quedar fuera de la “modernización” y desarrollaron políticas tendientes a complacer al mercado internacional .
El Panorama Nacional
Las consecuencias de la Guerra del Paraguay fueron tremendas, a pesar del triunfo en el campo de batalla, no solo por la cantidad de muertos en combates, sino por la epidemia de fiebre amarilla, contagiada por los soldados que regresaron de la contienda: Esta epidemia provocó estragos en los sectores más humildes sobre todo en los barrios del sur de la ciudad de Buenos Aires, como Monserrat, Balvanera, San Telmo y otros , donde había una numerosa población de origen africano, descendientes de esclavos, que vivían en condiciones precarias de salubridad, lo que aceleró el contagio sobre todo en las zonas cercanas al Riachuelo. La de 1871 fue la peor de todas y provocó más de l4.000 muertos y un gran éxodo con abandono de viviendas que años después se transformarían en conventillos.
Este fue uno de los conflictos que le hicieron plantear a las autoridades, un proceso de modernización; pero el costo sería demasiado alto, por el criterio moder-nizador del nuevo estado, para el gobierno, sector que no aceptara las reglas del juego, sector que sería eliminado, y así sucedió con los pueblos originarios, con los gauchos y con las nuevas montoneras federales ( El Chacho Peñaloza, Felipe Varela y López Jordán). Para tal fin, el presidente Sarmiento tomó como ejemplo a los EEUU, que venían de una guerra civil con el triunfo del Norte industrialista y modernizador sobre el Sur, latifundista y esclavista. Por lo tanto Sarmiento sostenía la importancia de la educación pública, para incorporar al mercado laboral a los sectores más humildes y apuntar a la creación de una nueva clase media urbana. Pero, qué pasaría con los sectores rurales, concretamente el gaucho, los pueblos originarios?, para los primeros uniforme militar y frontera y el que no se alineaba “regaría la tierra con su sangre”, y para el indio, el exterminio, porque los consideraba irrecuperables, convengamos que este modelo también fue importado del gran país del norte, junto con las maestras para la formación de educadoras argentinas, la “Civilización o barbarie” en su máxima expresión.
La economía se basaría en la exportación de lanas , carne y cueros, aprovechando la mejor calidad de ovinos, merced a las tierras que se estaban ocupando y un mercado inglés ávido de esa materia prima para su industria textil, más aún por la merma de importación lanar desde EEUU, debido a la guerra fratricida.
LA GUERRA EN LA FRONTERA INTERIOR
Desde el punto de vista ideológico, la guerra contra los pueblos originarios de la pampa húmeda, le permitía al gobierno ”matar dos pájaros de un tiro”; por un lado se obligaba al gaucho a convertirse en soldado y pelear por una tierra que jamás le pertenecería, basta con leer el “Martín Fierro” de José Hernández, para comprender la situación; y por otro, se empujaba a las poblaciones originarias por medio de las líneas de fuertes y fortines a abandonar los territorios donde vivían, en algunos casos desde hacía siglos.
CALFUCURA Y EL IMPERIO SALINERO
Como dice el antropólogo Carlos Martínez Sarasola en su libro “Nuestros Paisanos Los Indios” (ed. EMECE ) “Entre los araucanos hay una figura descollante que rebasa los límites de su propia comunidad, para aparecer como el más grande “toqui” por excelencia, el más legendario cacique del territorio argentino: Calfu-curá, jefe poderoso con miles de hombres bajo su mando y durante cuarenta y ocho años, líder indiscutido de las comunidades libres de la llanura de Pampa y Patagonia”.
Había llegado al territorio argentino a principios de la década de l830, junto con otros caciques mapuches (mapu: tierra; che: gente “gente de la tierra”, en su lengua ),llevando a cabo la araucanización del sur y centro de nuestro país. Provenían del sur de Chile y posiblemente tuvieron acuerdos con Juan Manuel de Rosas, quien había enfrentado a vorogas y ranqueles. Lo cierto es que sorprendieron a los vorogas de Mariano Rondeau en Masallé (S.O. de la provincia de Buenos Aires ), los derrotaron y establecieron su centro de operaciones en Salinas Grandes (La Pampa ). Desde allí, Calfucurá (Calfu; azul; Curá ; piedra ) se convirtió en el gran emperador del imperio salinero , manteniendo durante el período rosista una gran relación con el Restaurador, ya que, tanto Rosas, como los demás estancieros salade-ristas, eran exportadores de tasajo y por lo tanto necesitaban la sal, que Calfucurá les proveía, a cambio de ganado y otros productos que necesitaran los indios, como yerba, azúcar y herramientas.
Pero, a la caída de Rosas en la batalla de Caseros (1852 ), se produjo un momento de incertidumbre y si bien , hubo acuerdos con Urquiza, vencedor de Rosas, la relación fue muy precaria, porque al retirarse el entrerriano a su provincia, los antiguos unitarios retomaron el poder en Buenos Aires y así volvieron los conflictos en la frontera interior . Calfucurá y sus caciques aliados se convirtieron en una pesadilla para gobernantes que no habían tenido la habilidad de Rosas para negociar
La batalla de San Carlos: “El principio del fin del Imperio Salinero de Calfucurá “
Las causas: En l870 el comandante de la Frontera Sur, coronel Francisco de Elías, firmó un tratado de paz con Cal fucurá, pero dicho coronel no lo cumplió y atacó a las tribus de Manuel Grande , Chipitruz y Cal-fuquir, que tenían un importante capital en artesanías de plata- Para tal fin , de Elías había utilizado a las tribus de Raninqueo y buscó como excusa una traición a Cipriano Catriel, que tenía sus toldos en la zona de Azul y que era amigo de los “huincas” (blancos) , La reacción no se hizo espera por parte de Calfucurá, quien se dispuso a vengar la traición.
Pero Calfucurá no actuó por sorpresa, primero le envió una carta al comandante del Fuerte Paz, Coronel Juan Carlos Boerr, anoticiándolo de los hechos, luego tomó prisionero a Raninqueo y lo envió a Salinas Grandes
Calfucurá con 6.000 guerreros entró en los actuales partidos de 25 de Mayo y 9 de Julio provocando centenares de muertos y cautivos y arreando 200.000 cabezas de ganado.
La batalla; Desde el Fuerte Paz y desde los fortines, como el San Carlos se organizó el ejército al mando del general Ignacio Rivas que reunió a mil de sus hombres: Pero nada hubiese hecho Rivas de no haber sido por el apoyo de los caciques amigos Ignacio Coliqueo (Los Toldos, Gral Viamonte ) y Cipriano Catriel ( actual partido de Azul ), sobre todo este último que puso centenares de hombres, a quienes amenazó, y cumplió, con fusilarlos si no obedecían y de esta manera evitó que muchos de sus guerreros se pasaran al bando de Calfucurá, tal como éste especulaba, por experiencias anteriores: La batalla se produjo un caluroso 8 de marzo de l872 y duró horas interminables ; los lugartenientes de Calfucurá eran Renque Curá, Pincén, Namuncurá, Catricurá y Epumer ( con 500 ranque-les). Miles de hombres entreverados en terribles combates, incluso “de a pie”, rompiendo el mito de que el indio solo peleaba a caballo y un final inesperado para el Toqui, quizás por la influencia de los flamantes Remington (fusil de repetición importado desde los EEUU por el gobierno nacional ), que hicieron estragos entre las fuerzas de Calfucurá, quien al ver perdida la batalla y dejando 200 muertos, a pesar del intento de llevarlos a las tolderías junto con los heridos, decidió retirarse, para sumirse en una terrible depresión y morir, ya centenario, muy poco tiempo después en sus toldos de Salinas Grandes y bajando línea con un mensaje explícito “No dejar Carhué al huinca”.
Prof. Daniel Lombardo