“Lo esencial es invisible a los ojos”. Este reflexivo aforismo es acreditado a Antoine de Saint Exupery, 29/6/1900 –
31/7/1944, autor entre otras obras de “El Principito”. Motivando a quien expone a expresarse de este modo:
Nuestros queridos Bomberos Voluntarios siempre resultan ser los protagonistas ocultos de las novedades, cuando realmente son los primeros actores.
Son nuestros queridos amigos, vecinos y protectores de cada uno de nosotros, que dedican su paz, su tranquilidad y su tiempo para ampararnos ante cualquier eventualidad que pueda poner en peligro la vida y los bienes de los que habitamos este suelo casarense, sin diferencias sociales y mucho menos de raza, porque en su formación dentro del Cuartel de Bomberos se les ha instalado la idea del altruismo como rumbo y no como meta, por ello siempre es bueno recordar que un buen Bombero Voluntario no se hace, se nace, en razón que esto es imposible de inculcar en un ser perezoso.
Ya llevamos más de medio siglo que este nuestro Cuartel viene funcionando y lo está haciendo de la mejor manera, por ello que hermoso sería que dentro de no muchos años más, el futuro Concejo Deliberante, juntamente quizás con otra Comisión Directiva se abocara al análisis de designar una calle o una plaza con el nombre de un Bombero Voluntario en nuestra ciudad, con la participación necesaria de vecinos honorables y probos en representación de esta comunidad que es el sostén esencial de la Institución.
Es del caso señalar que en circunstancias que me hallaba abocado a la elaboración de esta propuesta, me llamó por teléfono el vecino y amigo DOMINGO CALDENTEY, “Mingo”, domiciliado en la Avenida Antonio Maya de este medio manifestándome su particular deseo de que nuestra ciudad contara con un espacio o una calle pública con el nombre de un Bombero Voluntario –sin saber que a quien le hablaba tenía la misma inquietud y deseo-, sugiriéndome el de don DANIEL JAVIER DE LA SOTA, por considerarlo un verdadero visionario y precursor de esta prestigiosa Asociación Bomberil, lo que me alegró particularmente por lo tanto me adhiero a ello, dejando en las manos de las futuras autoridades la toma de una decisión al respecto para llenar una necesidad de tan enorme justicia como la planteada.
Pero de ningún modo me voy a despedir de usted mi muy querido amigo lector, sin regalarle quince aforismos más sobre el Bombero Voluntario, porque ellos son los destinatarios de nuestro mayor respeto y consideración.
Muchos se preguntarán, por qué las víctimas de un incendio o accidente recuerdan con tanta devoción a los Bomberos Voluntarios, y la respuesta es, porque cuando se bebe agua del amor profundo siempre se rememora la fuente.
El Bombero Voluntario tiene marcado un destino de gloria, porque su meta es el amor.
Al buen Bombero Voluntario la sociedad lo admira y lo distingue, porque se identifica con sus designios y trabaja para ella, siendo firme para el bien y resistente contra el mal.
Un buen Bombero Voluntario transmite ayuda celestial.
Para ennoblecer la tarea bomberil no hay nada mejor que agacharse para levantar a los caídos.
El Bombero Voluntario practica el más profundo amor que nos haya regalado Dios, “El amor al prójimo”, porque amando “Amando al prójimo”, nos estamos amando a nosotros mismos.
La religión más maravillosa es el amor, ella es la que practica el Bombero Voluntario, sin distinción de clases o de credos.
El Bombero Voluntario es un ser altruista, porque plantea su espiritualidad como un rumbo y no como una meta.
Al Bombero Voluntario sólo lo identifican cuatro palabras: Sacrificio, abnegación, desinterés y valor; por lo tanto podes afirmar que Bombero Voluntario no se hace se nace.
El Bombero Voluntario es símbolo de admiración, porque quien siente misericordia y piedad, vive con pasión su verdadera vida.
El Bombero Voluntario tiene marcado un destino de gloria, porque su meta es el amor.
El Bombero Voluntario se destaca ante sus congéneres porque sabe tolerar su pasión con mejor autocontrol , y a la adversidad con mayor energía.
El Bombero Voluntario no triunfa, porque tiene buenos deseos, sino por el hecho de poseer una voluntad infinita.
Ser Bombero Voluntario es la mejor manera de demostrar el amor al prójimo.
La moral y la costumbre son adquiridas por hábitos antes que por educación, esto se logra en hogares sólidamente bien constituidos en los valores y principios de la vida, de esta excepcional sabia se nutre un Cuartel de Bomberos Voluntarios.
Guillermo Oscar Tous
Comisario General (r.a.)