El destino tiene nuestros pasos trazados y los plazos de nuestra existencia marcados en el calendario de la vida, de tal forma que cuando ese tiempo se cumple, de distintas maneras, algunas más dolorosas, otras más prolongadas, algunas imprevistas, la meta de nuestro camino se presenta y allí finaliza nuestra marcha.
Y la vida, con sus distintos avatares, vaivenes de la existencia, nos lleva por un sendero que va mezclando dichas y pesares, anhelos concretados y esperanzas que dibujan esperas y sueños.
Clara Marta Sosa, conocida por todos por Clarita, apodo que le dio el cariño y el aprecio que supo ir recogiendo en su marcha, y así nombrada, fue una alegre muchacha, feliz de su adolescencia y juventud llena de amigos y gratos momentos. Trabajó muchos años en la Cooperativa de Carlos Casares, y un día el amor golpeó a su puerta y se casó con Pirincho Torto-rice, y la vida los premió con la llegada de su hijo Sebastián, hoy un reconocido Contador. Además sus hermanas Lucy y Mary, que la hicieron tía, otro de los galardones con que la distinguió el destino. Un día su esposo Pirincho, joven aún, emprendió el camino del que se regresa solamente a través de los recuerdos y su vida cambió el sentido. Volcada a prestar su colaboración y apoyo a distintas organizaciones, como la de la Virgen de Luján, motivo de su brindarse por la comunidad.
Un día su vida de madre orgullosa, hermana y tía cariñosa y buena vecina, se vio alterada por un mal físico que lenta, pero inexorablemente, fue minando sus fuerzas y su resistencia, En los últimos días, trasladada a La Plata, en busca de alivio para su mal, vivió allí sus últimos instantes, falleciendo cuando contaba con solo 69 años de edad
El profundo pesar que su partida provocara, quedó demostrado en el acto de su inhumación en el Cementerio Municipal, el miércoles 1º de octubre a las10 hs., previa misa de cuerpo presente rezada en la Capilla Virgen de Luján.
Que esta nota sea solo un “hasta pronto” y un ruego al Señor de los Cielos para que dé al alma buena de Clarita el descanso eterno que se merece.