Doña Dionisia celebra su centenario hecha una piba…
Dionisia Rosalía Riobó de Gutiérrez es el nombre de una maravillosa, apreciada y conocida vecina que acaba de cumplir 100 años de vida, más precisamente el jueves 8 de octubre.
“Dioni”, como cariñosamente la llaman, atendió muy gentilmente a El Oeste, en medio del agazajo que le brindaban sus seres queridos, en su domicilio, relatándonos y recordando hermosos momentos de su ya centenaria existencia.
-Dónde nació Dionisia?
-Nací en el campo, en La Niña. Soy hija de Edisto Riobó, y María Rosa Juncia. Fuimos 9 hermanos y yo era la mayor.
-Qué recuerda de su juventud?
-Recuerdo que ya a los 17 años trabajaba. El último trabajo fue en la firma Poltroni de La Niña.
-Cuándo comienza su relación con Casares?
-Yo venía a pasear a la casa de una tía y fue cuando me enamoré de un amigo.
-Nos imaginamos que ese “amigo” luego fue su marido. Es así?
-Así es. Se llamaba Manuel Gutiérrez, era español, de Santander. Llegó a la Argentina cuando tenía 14 años. Nos casamos un 7 de abril…no me acuerdo el año, y no me fui más de Casares. Aquí tuve dos hijas, Hilda Nélida y Marta Esther que me dieron 3 encantadores nietos y 3 maravillosos bisnietos.
-Cuál es el secreto para llegar a los 100 años tan bien?
-Mi reseta no se la doy a nadie (sonrie picaronamente)…es un secreto.
-Uno puede ser el trabajo?
-El trabajo es salud y debe ser así. Y por supuesto la vida sana y familiar.
-Cómo es un día de su vida?
-Me levanto 7 y media/ 8, y me preparo la leche para el desayuno y al mediodía me preparo sola la comida y a la noche otra taza de leche.
-Es verdad que prepara pastas?
-Hace muy poquito que dejé de amasar. Los tallarines del domingo son una tradición en la familia, pero ahora los hago cada tanto.
Su fortaleza anímica y física la puso a prueba hace un año cuando tuvo que sobrellevar una delicada intervención quirúrgica, una fractura de cadera a los 99 años, y a los dos meses y medio pidió visitar a una amiga. Y fue caminando!!!
Este fin de semana, sus familiares le obsequiarán una gran fiesta, donde Dionisia seguramente compartirá momentos realmente maravillosos rodeada del cariño de todos sus afectos y del agradecimiento por el ejemplo que marcó su centenaria vida.