Con referencia a un incidente de características violentas ocurrido días pasados en el hospital local cuyo protagonista fue un joven allí internado por una patología mental, y teniendo en cuenta que son varios los internados con problemas psiquiátricos en el nosocomio local por orden judicial, intentamos averiguar cuales son las razones por las cuales dichos enfermos no son derivados a institutos especializados.
Con relación al joven mencionado queda en claro que estaba internado allí por orden de un médico local para su tratamiento, pero en cuanto al resto de los internados, estos se encuentran en el hospital local por orden judicial, algunos con custodia policial por cuestiones de seguridad y otros no.
Hechas las consultas respectivas se nos informó que la nueva Ley de Salud Mental que funciona ya desde hace varios años, dispone que cada distrito (su hospital) se haga cargo de sus enfermos mentales. La ley no tiene en cuenta si dichos hospitales, especialmente los de pequeñas comunidades, están capacitados para recibir ese tipo de enfermos, dándose el caso de distintas ciudades que ni siquiera cuentan con médicos psiquiatras, por lo que dichos enfermos deben ser atendidos por médicos generales y personal de enfermería que no tienen la capacitación específica para su tratamiento.
Casares recién ahora cuenta con un médico psiquiatra, el Dr. Ezequiel De la Serna, hijo del recordado y médico de ésta Julio De la Serna. Antes el Hospital de Carlos Casares no contaba con ningún médico de la especialidad por lo cual el tratamiento de los enfermos mentales era realizado por médicos generales. Nos decía el Director del hospital local, Dr. Guillermo Rubio, que se han hecho charlas de capacitación para el personal, pero que de todas maneras la problemática existe, ya que no se cuenta con un sector de internación específico para este tipo de enfermos, con los consiguientes problemas que ello significa. Manifestó el Dr. Rubio que con los remanentes de la venta de los terrenos aledaños al hospital se tiene pensado construir un sector para destinarlo a enfermos mentales, y que estos estén alejados del resto de los enfermos.
Volviendo al tema de la ley es evidente que no se contempló la realidad de estas comunidades, la mayoría de las cuales cuentan con un solo efector (hospital municipal) de mediana complejidad, que no tienen psiquiatra o sus instalaciones no están preparadas para recibir pacientes con patologías mentales.
El estimar que cada comunidad debe hacerse cargo de sus enfermos mentales, es simplificar una problemática que requiere médicos especializados, personal capacitado e instalaciones adecuadas para el tratamiento de dichas patologías.