Conocidos vecinos en un raid motociclístico de 1000 kilómetros
Quizás no todos sepan que el conocido y apreciado vecino Néstor Franco se destacó en su juventud en el motociclismo de competición, tanto a nivel local como zonal.
Desde hace un tiempo ha vuelto a su gran pasión, el motociclismo, pero de una manera mucho más saludable, familiar y con esencia de aventura turística, junto a parejas amigas.
El Oeste mantuvo una charla con Néstor, quien nos habló sobre esta simpática y viajera iniciativa.
-Cómo nace esta inquietud aventurera?
-Vos sabés que yo, desde muy joven abracé como deporte el motociclismo corriendo durante diez años, hasta que por distintas razones tuve que abandonarlo.
Esa pasión resurgió hace un tiempo con la faceta turística, con amigos y con nuestras respectivas señoras.
-Cuál fue el último viaje que realizaron?
-Fue el fin de semana pasado, donde fuimos a Monte Hermoso, unos 500 km.más o menos. Salimos el sábado bien tempranito, estuvimos sábado y domingo, y nos volvimos el lunes.
La verdad es que la pasamos bárbaro. Nos encontramos con una fiesta bárbara, como lo fue la Fiesta de las Colectividades y además, nos llevamos una grata sorpresa y es que el restaurante más recomendado pertenece a una casarense, Florencia Idiarte, quien hace años se ha ganado el reconocimiento gastronómico en tan bello lugar turístico.
-Con quienes compartiste el viaje?
-En esta oportunidad fuimos tres parejas: Juan Carlos Cattini y su esposa, Perla; el Dr. Guillermo Rubio y su Sra. Irene y yo y mi esposa Alicia.
-Me comentabas que has hecho otros viajes de iguales características…
-Así, con parejas amigas hemos ido a Las Leñas, y también a Chile, haciendo el cruce de la cordillera en moto, algo realmente inolvidable, ver lo que es la cordillera de Los Andes, hacer el ascenso y el descenso de los caracoles en Chile es inigualable.
-Qué es lo que rescatás de esto, Néstor?
-Mirá, es toda una experiencia, máxime teniendo en cuenta que lo hacemos con nuestras esposas, que no están muy acostumbradas, pero a medida que vamos saliendo se están habituando.
Por otro lado somos muy prudentes. Esto es para transmitirlo: somos muy prudentes en la velocidad, cuidándonos permanentemente entre nosotros, de los autos, de los camiones y sobre todo de la velocidad. Queremos disfrutar el viaje desde que salimos y no nos desesperamos por llegar al destino que nos fijamos. No es una competencia, es salir y disfrutar del paisaje y de lo que es un viaje en moto, que es hermosísimo pero, reitero, siempre con prudencia.
-Y ahora, para cuando otro?
-Es nuestra costumbre que cuando terminamos un viaje ya estamos hablando y pensando para cuando el próximo. Y ya estamos hablando del próximo…