El ingenio popular a la puja entre personas que «pelean» por una misma cosa, suele darle una connotación machista que lejos del real significado de la frase, expresa el sentir de quienes discuten, «a ver cual la tiene más larga».
Valga la grosería y la disculpa si hiciera falta, para concluir en que ese tipo de disputas en el ámbito de la política, son provechosas.
Es así que representantes de la oposición cargan contra quienes gobiernan señalando su incapacidad, falta de ideas y escrúpulos, manifestaciones y anuncios mentirosos, y un saldo pobre que resume el fracaso gubernamental.
La pluma y la voz en poder de los llamados oficialistas, se relamen desde la cúspide, demostrando que están allí por el fracaso de los que ahora vociferan y cuando tuvieron la oportunidad se fueron a baraja, perdiendo el tren de la continuidad.
Unos y otros creen tenerla más larga, y los pueblos, Casares en este caso, se benefician. No hay gobiernos bobos, no hay políticos dormidos, la oposición se ensaña en la crítica y se prepara para gobernar, mientras que los que tienen el timón tratan de conservar la ventaja, de la única manera posible: HACIENDO, porque la mentira tiene patas cortas.
Por eso es que se intenta fomentar el debate preeleccionario en los políticos. Para que estos tengan la oportunidad de enfrentarse desde la dialéctica y confrontar sus posiciones para que el pueblo pueda extraer de ellas sus conclusiones. Crear ese tipo de enfrentamientos, lejos de fomentar la enemistad violentando la relación entre los políticos, los compromete a la verdad, y a no engañar con falsas promesas o acusar maliciosamente con aviesas intenciones. «La única verdad es la realidad», decía el General Perón, y esa frase lo resume todo, no se puede pregonar lo que no existe, como tampoco «tapar el sol con un harnero» (tela agujereada), como reza otra frase.
Si la política en su centenar de definiciones concluye en que se la practica para mejorar la vida de la gente, el debate de ideas y la discusión genera una energía positiva que en su faceta práctica se traduce en crecimiento y desarrollo.
Discutan y debatan, señores. Intenten hacerlo desde el respeto y el raciocinio, lo otro tampoco sirve. Los vecinos casarenses quieren saber cómo y qué piensan, como explican lo que van a hacer y lo que no hicieron, cómo justifican lo que no hicieron y ahora dicen que lo van a hacer. No importa quien la tiene más larga.