Una «clienta» se lleva puestas varias prendas,
siendo sorprendida por la dueña del local
No sólo en la capital y otras ciudades importantes los propietarios de comercios de indumentaria deben cuidarse de las «mecheras» que aparentemente entran a comprar y se llevan «puestas» varias prendas o en un descuido de quien las atiende las meten en sus bolsos.
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Días pasados, el miércoles más precisamente, una mujer de algo más de 50 años ingresó al comercio atendido por ciudadanos bolivianos, sito en Avda. San Martín a pasos de la cerealera «Las Lagunas», y en calidad de cliente se probó distintas prendas de las muchas que hay en exhibición en el local. Finalmente salió del probador y le dijo a quién la atendía que no iba a comprar nada porque no encontraba algo que le gustara. La empleada vio que en el probador no estaba la ropa que se había probado, por lo que la increpó preguntándole a la mujer dónde está la ropa que había llevado para probarse. «No sé, yo la dejé ahí» contestó la presunta clienta haciendo ademán de irse, pero la empleada o dueña del local se lo impidió, y bajo la amenaza de denunciarla la obligaron a desvestirse, comprobándose que tenía puestas varias remeras y otras prendas que se había probado. Una clienta que allí estaba comentó risueñamente: «parecía que hubiera engordado varios kilos…».
La mujer fue obligada a dejar las prendas que pensaba hurtar, le dijeron que no vuelva más por allí y le perdonaron las vida al no denunciarla.