Lo ocurrido días pasados en oportunidad de ser atropellada una inspectora de tránsito por la conductora de una moto, no debe ser tomado a la ligera, tal vez por considerar ese incidente como uno de los tantos avatares de esa profesión, ya que por cierto quienes la ejercen suelen enfrentarse a la incomprensión, enojo y a veces accionar violento de los infractores.
De una vez por todas debe aplicarse mano dura en el mejor sentido de la palabra. Quien es capaz de atropellar a alguien por eludir un procedimiento, debe tener un tratamiento sin contemplaciones desde la justicia y las normas de tránsito vigentes. En acciones de ese tipo se pone en juego la vida de las personas destacadas para ordenar el tránsito vehicular, y ello no puede ser pasado por alto. Decimos esto porque a nivel de la justicia este tipo de comportamientos no mueven al interés de los magistrados, y en lo que respeta a las normas municipales creemos que la desobediencia acompañada de un accionar violento y riesgoso para la vida de los inspectores tampoco contemplan medidas punitivas acorde a ese tipo de comportamientos, que en definitiva son delictivos, aunque no encierren la intencionalidad de dañar a nadie sino de evadirse para evitar hacerse acreedores a una multa por circular cometiendo algún tipo de infracciones, como por ejemplo el circular sin el casco obligatorio.
El famoso cuadro de Goya «la letra con sangre entra», que refleja una contundente crítica a la educación de la época, se desarrolla en una escuela en la que un maestro azota a un alumno con las nalgas al aire, recibiendo dicho castigo por no haber dado cumplimiento a sus tareas.
Y si, la letra con sangre entra, no pegando ni azotando a nadie, pero si castigando al órgano más sensible del ser humano que es el bolsillo. Una buena multa, el secuestro del vehículo por algunos días, son medidas capaces de encauzar a los rebeldes por el camino del respeto a las ordenanzas y normas de tránsito, y por sobre todo a aquellas personas que tienen la difícil y no siempre grata tarea de hacerlas cumplir.