Apenas dos semanas estuvo Nadia Terazzolo en la casa de Gran Hermano. Un sueño que a la bella casarense se le hizo realidad, siendo seleccionada entre más de 30 mil postulantes. Sólo fueron 14 los que entraron, y fue Nadia la primera en ser expulsada. No porque fuera alguien no querido en la casa, todo lo contrario, sus compañeros al nominarla destacaron su encanto, excelente carácter y otras cualidades, pero como ella expresó en todo momento que se quería ir, que extrañaba a su hijo Valentino, la nominaron para que cumpla su deseo. Luego fue el público que con su votación la expulsó de la casa. Un 53,98% votó para que se vaya, mientras que un 47,02% lo votó al segundo nominado Francisco Delgado. Nadia recibió muy tranquila y sonriente la noticia, fue saludada efusiva-mente por sus «hermanitos» de la casa, y la abandonó sin pena valija en mano. Fue recibida por el locutor Rodrigo Lussich y posteriormente por Rial, registrándose emotivos instantes cuando se reencontró con su hijo Valentino.
DEJÓ A CASARES CONVULSIONADO
Esas dos semanas que estuvo Nadia en la casa encendieron una mecha que convulsionó a Carlos Casares, al punto de que el programa se metió en todos los hogares, y desde el primero hasta el último vecino tenía algo que decir u opinar sobre el tema. Y el que diga que no es cierto, salvo alguna rarísima excepción, miente.
La producción del programa se encargó de averiguar detalles de su vida privada, con la «colaboración» de vecinos oficiosos y personas que han tenido algún conflicto con la joven, quedando al desnudo las relaciones sentimentales de Nadia, circunstancias traumáticas de su vida, y un sin fin de sucesos incom-probables en su mayoría, fruto de la maledicencia al amparo del anonimato. Y aquellos que son ciertos y que ella asume, por aquello de «soy lo que soy», fueron meneados peligrosamente aunque sin divulgarse apellidos, pero sí pistas que posibilitaban su identificación.
Desde las redes sociales se vio una puja de dimes y diretes, unos haciendo pedazos a la joven, otros defendiéndola a capa y espada, dejando expuesto hasta qué punto se involucra la gente en este tipo de temas.
Nadia ahora es famosa, la conoce el país, seguramente será invitada a decenas de programas, y es muy posible que por su belleza tenga un lugar en el mundo de la moda o la farándula.
DESFILE DE PARIENTES Y AMIGOS
La producción del programa no dejó nada por hacer, invitó a su hermana, a sus padres, a sus amigos, y ellos se encargaron de contar lo que sabían, negar lo que a su juicio no era cierto, y tratar de dar una imagen de Nadia distinta a la que se había difundido. Los panelistas preguntaban con insistencia, en oportunidades los acosaban o juzgaban las actitudes de Nadia, en una suerte de juicio público y mediático, en el que por momentos parecía que querían lincharla.
Ya está… el juego de la casa terminó, el tiempo dirá si la experiencia ha sido positiva. Nadie puede negar que se lo propuso y lo logró, que tuvo sus 15 días de fama, y que probablemente las luces sigan encendidas para ella.
«Que me quiten lo bailado», decía una popular frase, que bien puede aplicarse a la experiencia de Nadia.
Las consecuencias para algunos fueron gratuitas, y aquí vamos a aplicar otro dicho igualmente añejo: «Sarna con gusto no pica».