Sea para criticarlo, alabarlo, maldecirlo o disfrutarlo, y para colmo una joven casarense es una de sus protagonistas.
Que se va, que se queda, Nadia llora, extraña a su hijo, hace topless, Rial habla de ella como si la conociera (¡vaya si la conoce!, tiene decenas, cientos de informantes). Y claro, por aquello de «pueblo chico, infierno grande», aviva el fuego, da pistas, nombres, cuenta cosas como si fuera un casarense más. Y mientras tanto a Nadia y a sus «hermanitos» los ve el país. Cuando comen, cuando discuten, cuando van al baño, cuando se visten y cuando hacen el amor. Se entera todo el mundo de sus vidas, sus miserias, sus pesares, su condición sexual, si tienen o no tienen pene, si robaron o viajaron, si son capaces de todo lo que son capaces. Y acá en Casares una gran casa de Gran Hermano se ocupa de sacar los trapitos al sol por las redes sociales, hablar, inventar, contar mentiras y poner fotos. Que a un amigo, que al señor X, que a la mujer de tal o de cual, una locura, todos saben algo nuevo, y están los que han convertido a Nadia en un ícono casarense, una suerte de prócer de la belleza, el desenfado, la notoriedad, una marca registrada de Casares, «pueblo chico, infierno grande», como dijera Rial.
«Da lo mismo que sea cura, colchonero o polizón…», decía el genial Discépolo en su célebre «Cambalache». Y de tanto mirar uno dice: «que estoy haciendo, Dios mío!», y sigue mirando, queriendo enterarse de lo que ya sabe, de lo que todos saben, pero que quieren que se sepa…
Nadia, salga cuando salga de la casa, no será ya más la misma, seguramente recorrerá los canales de televisión, contará sus experiencias, dará notas, se codeará con los famosos, hablará una y mil veces de lo mismo, y tal vez la toque la varita del éxito y sobrevuele los cielos de la fama.
Y si no, que le quiten lo bailado!.
Mientras tanto habrá que convivir con ella en esa delirante casa y espiar lo que allí suceda. Y afuera el interminable «puterio», seguirá alimentando historias, y más de uno se colgará de las t….. de Nadia para tener un protagonismo mayor.