Se viven tiempos preelec-torales, la conformación de las listas han calentado el ambiente político local, y ya se conoce el nombre de los vecinos que las integrarán, los que ya en el ruedo de la política deberán mostrar sus proyectos, hablar de lo que está bien y de lo que está mal, y fundamentalmente como lo harían.
Los vecinos están expectantes, más de uno ya tiene posición tomada, pero son muchos los que estaban esperando la integración de las listas para poder encontrar quien los exprese y poder votarlos.
Llegó por lo tanto la hora de la verdad. Los carteles en los tapiales, la propaganda electoral, los pasacalles, etc. son meros anuncios, acaso copetes de lo que conformará la plataforma de cada partido. Las ideas deberán expresarlas en reportajes y todo tipo de notas, hacer saber por qué están, donde están y qué proponen. Recorrer los barrios, hablar con los vecinos, conocer sus inquietudes, saber como viven. El oficialismo deberá mostrar lo que ha hecho y lo que piensa hacer, qué tiene en carpeta y qué tiene en obra, porqué es fundamental la reelección del intendente y cual es el reaseguro de los integrantes de la lista. Los opositores hablarán de la obra del municipio, podrán expresar sus críticas y mostrar un plan de gobierno en caso de que sean electos, como van a realizar lo que prometen y si serán capaces de hacerlo, ya que algunos vienen de otros gobiernos cercanos y por lo tanto no pueden enredarse en exigir o proponer aquello que no pudieron realizar cuando tuvieron la oportunidad,
Es una alquimia que derrocha adrenalina, no sólo en los protagonistas sino también en aquellos ciudadanos que saborean el sentirse mimados por los políticos que buscan su voto, y a los que pueden acceder fácilmente. El compromiso de cada uno es saber elegir, poner por delante los intereses de la comunidad, y evaluar si los que están lo han hecho bien y merecen ser votados, o si los que piden estar son capaces de mejorar la calidad institu-cional de nuestro pueblo.
Comenzó la cuenta regresiva, no es un juego, sino un paso fundamental de la democracia que si debe jugarse con inteligencia, sentido común y responsabilidad.
Hay un par de meses para ver, escuchar, pensar y decidir.