«Quiero ser un obispo misionero y recorrer cada uno de los hogares»
Asi se expresó Monseñor Ariel Torrado Mosconi al asumir, el sábado ppdo. como obispo coadjutor de la Diócesis de 9 de Julio, ante una catedral colmada por fieles de su nueva comunidad, de la cual participó una numerosa delegación casarense.
En una emotiva ceremonia y ante una Catedral colmada por los fieles, monseñor Ariel Torrado Mosconi asumió como obispo coadjutor de la Diócesis de 9 de Julio. Rodeado por sus familiares y sacerdotes de la diócesis el ex obispo auxiliar de Santiago del Estero tomó posesión en su nueva diócesis.
La misa fue celebrada en la Catedral de 9 de Julio. La homilía estuvo a cargo del obispo de 9 de Julio, monseñor Martín de Elizalde.
De la celebración participaron el nuncio apostólico Emil Paul Tscherrig el obispo de Santiago, Vicente Bokalic; el obispo emérito de Santiago, monseñor Polti; el arzobispo de Tucumán, Alfredo H. Zecca; el obispo de Mar del Plata, Antonio Marino, entre otros.
Frente a la audiencia, monseñor Torrado dijo: «Se encuentran con un veinciqueño aporteñado y santiagueñizado. Vuelvo a mis raíces gracias a Dios por esta misión que me confía a emprender mi camino junto a ustedes y a monseñor Martín. Los sacerdotes son mi principal ocupación, a ustedes mi cariño, quiero estar muy cerca. Necesito de ustedes, especialmente en este primer tiempo para conocer la diócesis».
»Quiero ser un obispo misionero y recorrer cada uno de los hogares y recovecos, con la unidad, poder conversar. Francisco nos dice : abran las puertas al Redentor. Quiero que seamos una Iglesia de puertas abiertas, porque la imagen de puerta abierta nos invita a dialogar. Quiero que todos sientan que la iglesia es su casa, su familia, que sientan que tienen un lugar».
»Como Iglesia salgamos a buscar a muchos de que están afuera o se sienten lejos. Es nuestra misión responder y salir. Muchos hermanos nuestros necesitan de este encuentro con la misericordia de Dios».
Por último, expresó: «Quisiera que pidan por mí para que pueda ser imagen de Jesús del Buen Pastor, sea capaz con la gracia y generosidad salir a buscar al que está más lejos. Me encomiendo muy especialmente a cada uno de ustedes. Cuentan con todo mi cariño, afecto y desde ahora los llevo a cada uno de ustedes en mi corazón».