TRAS LAS INUNDACIONES HAY QUE AGUANTAR LOS PANELES DE OPINADORES DE UTILERIA

0

La televisión tiene una magia especial, no deja nada librado a la imaginación, las imágenes se suceden mostrando la realidad, sea de un espectáculo deportivo, social, institucional o las tantas tragedias de la vida cotidiana que nos agobian.

Las inundaciones han ocupado en estos últimos días gran parte de los programas televisivos, allí ha podido verse en tiempo real y en el mismo escenario de los sucesos el tremendo impacto de las fuerzas de la naturaleza golpeando a los más vulnerables,a los que menos tienen, a los que ni siquiera resignación les queda, porque una y otra vez son víctimas no sólo del fenómeno, sino en gran medida de la inoperancia e imprevisibilidad de los gobiernos, no sólo de estos tiempos que se viven, sino de muchas décadas atrás, porque si buscamos en los archivos de la memoria, la inundación, ese flagelo que todo lo destruye, ha estado siempre presente, recurrente, atada a los caprichos cíclicos de la naturaleza.

Pero el motivo de la presente es otro, acaso una queja o malestar por lo que se dice en televisión, no lo que se muestra, ya que las dolorosas imágenes son irrefutables, ¿quien podría sobredimencionarlas?. Ver a una familia evacuada, sus pertenencias perdidas, sus rostros surcados por el dolor y la incertidumbre, preguntando y preguntándose ¿qué va a ser de nosotros?, es tremendo.

Pero si hay algo decepcionante son los paneles que se arman en televisión para tratar el tema, en una suerte de aquelarre en el que opinan todos, desde gente del espectáculo, de la política, periodistas deportivos, también ingenieros, inundados y quien haya sido invitado cualquiera sea su especialidad o profesión. Es así que se escuchan barbaridades de todo calibre, saben de siembra directa, conocen de suelos, también del impacto de los barrios cerrados, de canales clandestinos, de obras hídricas, etc. etc. etc. Hay quienes hablan con sentido común, con criterio, y aún sin ser versados en el tema se refieren a generalidades que tienen que ver con la falta de previsión. Pero hay otros que dicen disparates. No salieron de los límites de la Capital y hablan como si fueran ingenieros hídricos, conocen de suelos, de obras hidráulicas, critican a los políticos porque no se mojan los pies, y si lo hacen porque hacen demagogia, comparan el Fútbol para Todos y Tecnópolis con las inundaciones, en fin, torturan al televidente, cuando aún no se le secaron las lágrimas viendo a una pobre señora que lo único que pudo salvar fue a su perrito, porque su soledad es tan grande como la desolación que produce la inundación.

Paren muchachos, ayuden a las imágenes, no inventen ni torturen a la gente con sus discusiones políticas. Prepárense, lean sobre la problemática de las inundaciones, hay invitados a los cuales puede preguntársele que hacen sentados allí criticándolo todo cuando ellos fueron gobierno y tampoco hicieron nada. No se pongan ninguna camiseta. Y cuando hay alguien del gobierno pídanle que además de mojarse los pies realice las obras necesarias para evitar que la historia se repita.

En Casares la sabemos lunga de inundaciones, y aquí si se han hecho obras, especialmente en los últimos tiempos, pero cuando el agua viene y las lluvias sobrepasan todo lo previsible, el drama está ahí, tal vez por pocas horas, o pocos días, pero el daño ya es irreparable.

 

Compartir