«Un pequeño paso para el hombre, un gigantesco paso para la humanidad…», dijera el astronauta Neil Armstrong en julio de 1969 al pisar suelo lunar y dar el primer paso.
Ayer domingo en Carlos Casares, no en la luna, ni en 1969, sino en 2015, el intendente Torchio acaba de dar, metafóricamente, un gigantesco PASO rumbo a su reelección. Con su triunfo en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), con un 62,5 % (+ -) de todos los votos positivos, se posiciona en forma muy ventajosa rumbo a las elecciones generales del próximo 25 de octubre, en busca de su reelección. La persistente lluvia caída los días anteriores y ayer durante los comicios provocó innumerables inconvenientes, y fue motivo de una apreciable merma en la cantidad de votantes, habida cuenta que en las elecciones PASO anteriores (2013) la cantidad de votantes alcanzó el 78,56%, y en ésta fue de 00%, 0000 votantes menos. Los caminos estaban muy anegados aunque no intransitables, haciendo más lento el traslado de todos los que debían votar en las localidades del interior, y el hecho de que las elecciones PASO no son definitivas hizo que muchos declinaran de votar, aún a pesar de que son obligatorias. Nos decían en el local de campaña de Walter Torchio, que de no haberse presentado el inconveniente meteorológico, las cifras hubieran sido más abultadas aún.
HASTA QUE NO SE ABRAN LAS URNAS…
Pero, tampoco se puede cantar victoria. En 2011 al disputarse las PASO y enfrentarse los mismos contendientes de ayer domingo, Walter Torchio y Luis Seraci, ganó este último, pero dos meses después Torchio dio vuelta la elección y se alzó con el triunfo siendo electo intendente. Dos años después en 2013, pasó algo exactamente igual, triunfando en las PASO Seraci y en las generales el candidato de Torchio Martín Daguerre.
Si bien -como apuntáramos- no está todo dicho, la gente de Seraci tendrá que trazar algún tipo de estrategia que logre cambiar la voluntad del electorado, en CONTINUAR, por sobre la oferta de la Agrupación Municipal liderada por Seraci, CAMBIEMOS.
POR SOBRE
LOS CÁLCULOS
MÁS OPTIMISTAS
Haciendo abstracción de algunas opiniones disparatadas, el 62,3% de los sufragios obtenidos por el intendente Torchio en las votaciones de ayer, superan los cálculos más optimistas. 7.543 casarenses decidieron apoyar con su voto la gestión de Torchio, avalando el clima reinante que hablaba de un triunfo holgado, aunque no tan contundente como el que se ha visto. Si tal tendencia se repite en las elecciones generales, la constitución del Concejo Deliberante podría modificarse en forma sustancial, dejando a las fuerzas de la oposición en franca minoría. Los votos obtenidos por la lista de Torchio les permitirían colocar a cinco candidatos en bancas del HCD, mientras que la oposición sumaría tan sólo dos, un representante del PRO y otro del GEN, para completar 0 en total, mientras que el oficialismo totalizaría 0.
CARAS LARGAS
Y FESTEJOS
MODERADOS
Como es de suponer el clima en los locales de la oposición no era el mejor, si bien nunca había reinado el optimismo, el resultado final dejó atónitos a muchos, habida cuenta que remontar la deferencia de 2.963 votos no será nada fácil. De todas maneras por sobre algunas caras largas, los principales, entre ellos Seraci y el resto de los integrantes de la lista, se mostraban decididos a no bajar los brazos y a dar batalla. «Fuimos muy clementes, muy mantequitas, nos faltó más furia», decía un tanto enojado un militante, convencido que debieron haber endurecido más la campaña.
En el local del Frente para la Victoria, todos eran festejos, abrazos y felicitaciones. No cabía un alma, estaban desde los peronistas de la primera hora hasta muchos chicos jóvenes y la bochinchera gente de las cooperativas que ponía la nota de color, el folklore y todo el cotillón peronista. Tampoco fue una exageración, ninguno desconocía que faltaba la madre de las batallas, y esa tendría lugar en octubre.
INCÓGNITA CON ANÍBAL FERNÁNDEZ
Eran la 1,30 hs. de ayer y tan sólo con el 12% de los votos escrutados en la provincia de Buenos Aires, Aníbal Fernández aventajaba a su oponente Julián Domínguez por tan solo un 2%. Recién muy avanzada la madrugada se estimaba que podían conocerse los resultados definitivos. Si gana no habrán alcanzado las operaciones de prensa, las descalificaciones y acusaciones canallescas que se vertieron contra él para cortarle el camino a la gobernación. Su triunfo sobre Julián Domínguez le abriría las puertas para aspirar seriamente a gobernar Buenos Aires, dado que sumados los votos propios y de su oponente Domínguez, su tránsito a la primer magistratura de la provincia debería ser tan sólo un trámite. Obviamente Casares se verá sumamente favorecido. No debemos olvidar que fue el mismo Aníbal Fernández quién lo proclamó en oportunidad de su visita a Carlos Casares. «Casares tendrá por primera vez en su historia un intendente casarense», dijo, y anunció que cuando sea gobernador transformará nuestro partido.
¿CÓMO VOTARON
LOS RADICALES?
Luego de los resultados vienen los análisis. Para muchos, con el diario del lunes, ya que prever lo que iba a pasar de poco hubiera servido en el caso del radicalismo, que en su convención decidió hacer una alianza con Macri, algo que a muchos radicales indignó e incluso anunciaron su voto adverso en protesta por ese arreglo que para los que no estaban de acuerdo significaba una claudicación a sus más puros ideales, a la esencia misma de su condición de radicales. Era -decían- como ser el furgón de cola del tren de la derecha macrista, muy lejos del dogma que inspiró a sus próceres.
A la luz de los resultados, tanto en el orden local como en el nacional, cabe preguntarse como votaron los radicales en Casares. Muchos seguramente no transaron ni arriaron sus banderas, mostraron en su voto su descontento e indignación, le dijeron NO al arreglo con fines puramente elec-toralistas y mezquinos, especialmente en lo que hace a lo nacional.
En Casares pudo adver-tirse en parte ese descontento, presumiéndose que muchos votos radicales se desviaron al oficialismo o al voto en blanco a manera de protesta, eligiendo romperse en lugar de doblarse, haciéndole honor a aquella frase histórica de Leandro N. Alem: «Que se rompa pero que no se doble».
FALTABAN DATOS
Al cierre de esta edición, pasada la 1,30 hs. de la madrugada aún faltaban completar datos de certificados que no habían llegado, especialmente de la zona rural. Las cifras de los candidatos habían sido enviadas por teléfono pero no así la de los votos en blanco, cuya cifra podía modificar levemente algunas cifras y porcentajes. Por lo tanto podrían presentarse diferencias mínimas de los resultados consignados en la presente edición.