11 farmacias y 11 agencias de quiniela están distribuidas en el ámbito de la ciudad. Habría que agregarle una farmacia más, la sindical, que pertenece a un gremio en exclusividad.
Es probable que algunos lectores estiman que no vale la comparación, pero si lo vale, atento por un lado a que la gran mayoría de las agencias de quiniela no son locales, pertenecen a personas o empresas «de afuera», que tienen decenas de agencias dispersas a lo largo de toda la provincia. Las agencias que pueden considerarse locales son El Fanfi, la de Cocó Byrne frente a plaza Sarmiento, El Duende de la Fortuna, cuyo propietario se radicó en ésta con su familia, y la agencia de Mario, en las inmediaciones de la Escuela 2, quien virtualmente está radicado en nuestra ciudad. El resto son foráneas.
Las farmacias en cambio son regenteadas por empresarios locales, farmacéuticos también locales y cuentan con una cantidad mucho mayor de empleados, quedando el producido de dichos negocios en nuestro medio. La misma comparación podríamos hacer con las panaderías o cualquier otro rubro comercial.
¿POR QUÉ TANTAS?
Se desconoce cual es la razón de que habiliten tantas agencias en una población de poco más de 19 mil habitantes. Todo hace pensar que el negocio es económico, se sabe que muchos casarenses han solicitado agencias y no han logrado la habilitación. En cambio viene gente de afuera y no tienen problema alguno.
«Al final -nos decía un agenciero local-, lo único que logran es perjudicarnos, ya que no aumentan los jugadores por más que pongan 100 agencias. Los de afuera ni siquiera pasan por Casares, tienen dos empleadas y como son varias las agencias que tienen en cada localidad achican los gastos de fletes y otros, y acumulan una ganancia mayor. Tendría que haber un máximo de agencias de acuerdo a la cantidad de habitantes, pero…».
Ese «pero» que dejó picando el agenciero seguramente tiene que ver con el negocio que hay detrás de tantas habilitaciones.