FAMOSA PERIODISTA Y CONDUCTORA DE TELEFE CONFIESA SU RELACION CON GUSTAVO GROBOCOPATEL.

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c-perez“Yo no me enamoré de un rey, sino de un hombre. Es profundamente humano, una mente brillante, alguien que te encandila todo el tiempo, y la admiración y el amor son una combinación perfecta. Me hace sentir muy mujer todo lo que es de él”, dijo la conductora de Telefé Noticias.

 

Sorprendió a los casarenses el haberse enterado, por declaraciones de la conocida periodista y conductora de Telefé Noticias, Cristina Pérez, de la relación sentimental que mantendría con el empresario casarense Gustavo Grobocopatel.

La noticia corrió como reguero de pólvora por todas las redes sociales y también por los programas chimen-teros, algo a lo que Gustavo Grobocopatel no estaba acostumbrado.

De todas maneras, a nivel local es muy poco lo que se sabe, aunque ya circulaba un rum, rum de que GG mantenía una relación sentimental que iba en franco progreso con una conocida persona del ambiente periodístico nacional.

La revista Gente, en su último número, publica una extensa nota a Cristina Pérez, con motivo de su segundo libro publicado, El Jardín de los Delatores, donde  en el transcurso del reportaje se refiere a su relación con Gustavo Grobocopatel y que transcribimos a continuación:

– Además, al parecer estás muy bien acompañada?

Me siento feliz. Está pasando algo muy luminoso en mi vida en materia emocional y estoy dejando que pegue el sol.

¿Estás en pareja con el rey de la soja, el empresario Gustavo Grobocopatel?

A él no le gusta que le digan así. Yo no me enamoré de un rey, sino de un hombre. Es profundamente humano, una mente brillante, alguien que te encandila todo el tiempo, y la admiración y el amor son una combinación perfecta. Me hace sentir muy mujer todo lo que es él. Me estoy permitiendo este momento con ilusión y esa sensación de volver a aprender todo lo que se aprende cuando manda el corazón. Siento mucha alegría de que me esté pasando esto. Al amor no lo planeás ni lo conseguís en un supermercado: cuando ocurre, es un milagro. Como que hay lugares por donde no querés pasar sin que también los mire el otro.

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