Es creciente la indignación respecto a la matanza de dos perritos inofensivos, uno de ellos «Pampito» que tenía su «parada» en Casa Font, y el otro «Cicatricure» propiedad de Franco Monsón. La policía ante la denuncia inició una investigación, se sabe que hay vecinos que dicen haber sido testigos de la matanza, podría haber algunos testimonios pero aún no hay nada en concreto. Los balazos se escucharon nítidamente, algunos vecinos se asomaron de sus casas al oir los estampidos, razón por la cual la policía intenta obtener sus declaraciones. A los animalitos el conocido veterinario Sergio «Chato» Martínez le practicó la autopsia, extrayendo del cuerpo de uno de ellos un proyectil, el que sería útil a la investigación, aunque para ello deberían contar con el arma que usó quién los mató.
Es probable que de no contar con un testimonio concluyente, la investigación no avance, aunque nunca se sabe.