No pensamos jamás que desde estas líneas íbamos a repudiar una nota editorial de un diario colega, La Nación, que en su edición del lunes 23 publicó una editorial titulada: «No más Venganza», manifestando que «la elección de un nuevo gobierno es momento propicio para terminar con las mentiras de los 70 y las actuales violaciones a los derechos humanos». Dice dicho editorial que «ha llegado la hora de poner las cosas en su lugar. Debatir que quienes sembraron la anarquía en el país y destruyeron vidas y bienes no pueden gozar por más tiempo de un reconocimiento histórico cuya gestación se fundó en la necesidad práctica de los Kirchner, de contar en 2003 con alguna bandera de contenido emocional. Lo hicieron así al asumir el poder con apenas el 22% de los votos. Antes habían mirado en esos asuntos para otro lado». Y hay más, habla de resolver «el vergonzoso padecimiento de condenados, procesados e incluso de sospechosos de la comisión de delitos cometidos durante los años de la represión subversiva y que se hallan en cárceles a pesar de su ancianidad». Y hay más, mucho más pero no vale la pena detallarlo, sería como difundir un pensamiento que creemos bochornoso y ofensivo contra las víctimas del terrorismo de estado de aquellos años y también de sus familiares, muchos de los cuales aún no han logrado poder enterrar a sus queridos muertos. No, no vale la pena, ellos hablan de construir a partir de la verdad, cuando en realidad la verdad es que en cierta medida con su ocultamiento y su defensa han sido cómplices de esas horas nefastas que han marcado a fuego la historia de los argentinos.
Dicen algunos que con esa editorial lo que se pretende es presionar al nuevo gobierno, algo que no debe llamar la atención. Otros piensan que no fue concebida en un momento oportuno, como si hubiera algún momento oportuno para reivindicar a esos asesinos que están donde deben estar, porque, por si nuestros colegas no lo entendieron, es la justicia la que se ha ocupado y se está ocupando de ellos. Pero claro, en estos casos como en tantos otros, -cuando les conviene- reniegan de la justicia.
Y por último queda por reflexionar: La Nación que con tanto fervor adhirió desde todas sus páginas al frente Cambiemos, no será que el cambio que propone es el de su editorial, que se deje de reconocer a los mártires víctimas de la represión brutal, y que recuperen su libertad los salvajes genocidas que están purgando en las cárceles sus aberrantes crímenes?.