Se llama Chiche Pérez Barbieri, tiene el pelo ensortijado, cutis bronceado, dentadura perfecta y un físico privilegiado. Lo que se dice una mujer bella. Su presencia en nuestra redacción tiene que ver con su actividad deportiva, inusual, más aún por tratarse de una mujer que podría suponerse es gimnasta, que por cierto también lo es, pero de ninguna manera remera. Ella no sólo práctica remo, sino que compite local e internacionalmente y además es exitosa. Una campeona en su categoría.
MEDALLA DE ORO Y PLATA EN BRASIL
Tras un pequeño incidente con el grabador el cronista resolvió hacer el reportaje en forma artesanal, a puro bolígrafo. Y Chiche nos fue contando lo que dió motivo a que la convocaráramos. Acaba de participar en el Campeonato Sudamericano de Canoa Polinesia en Santos (Brasil), del 18 al 22 de noviembre, en las categorías Individual sin timón, clasificando en primer lugar, e Individual con timón en la que resultó segunda, por lo que obtuvo las medallas de oro y plata.
Con infinito orgullo «Chiche» nos dice que también participó su hija Antonella Fuchs en la categoría canoa con timón, en la que resultó sexta clasificada. Incluso participaron juntas en canoa de dos, llegando en el quinto lugar.
LE GANÓ A MUCHOS HOMBRES
Creíamos que sólo competían mujeres, pero ella nos comentó que también participan en la carrera hombres. «Ëramos 25 los que largamos -nos dice- de los cuales 15 eran varones y el resto mujeres. En la general clasifiqué cuarta», acota, lo que nos permite deducir que se impuso a numerosos hombres. Después nos cuenta de algunas desventajas que tuvo al competir, pero en un gesto de humildad pide que no lo mencionemos.
«Chiche» Pérez Barbieri vive en el campo, ¿cómo hace para entrenar si no tiene agua cerca?
«Bueno, ese es un problema -manifiesta- yo entreno en el río en San Isidro y también en Nordelta, pero no puedo hacerlo con la periodicidad que quisiera, completo mi entrenamiento con una rutina física». Vemos sus músculos, la fortaleza de sus brazos y no tenemos dudas de la fuerza que ha de tener para la práctica de dicho deporte. «No lo crean -afirma-, la verdadera fuerza está en la técnica, el corazón y la cabeza, estos dos últimos son fundamentales, acaso determinantes».
Nos confiesa que su amor por el canotaje tiene mucho que ver con sus genes, pero fue precisamente en una fiesta tipo hawaiana en la que participó años atrás, cuando al ver un grupo de canoas se enamoró de ese deporte y dijo: «esto es lo mio!».
Y lo es, sus logros así lo demuestran, su fuerza interior, ese «corazón» al que ella le asigna tanta importancia, sumado a la cabeza que le imprime una energía singular, son los secretos de sus éxitos.
Y para terminar nos dice: Me siento bendecida por poder practicar un deporte al aire libre rodeada de tan buena gente, y lo maravilloso de poder compartirlo con mi hija.
Canoa Polinesia más que un deporte es una forma de vida.