CONTINÚAN LOS ECOS DEL ASESINATO EN EL BROQUEL

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Aún no se acallaron los ecos del brutal asesinato de la jovencita Mariana «Keke» Colman, de 18 años, en la estancia «El Broquel» de Biolcatti. Un crimen horrendo en el que la víctima fue degollada por el patrón del tambo en el cual trabajaba. Despechado porque la chica no cedía a sus requerimientos, el encargado del tambo Nº 15, Horacio Isaías Oliva, la hizo subir a su auto al finalizar las tareas del tambo el sábado 30 del mes ppdo. y tras intentar someterla a sus bajos instintos, le pegó una tremenda trompada en el rostro que le partió la mandíbula, para luego degollarla con un filoso cuchillo de mango de goma y unos 15 cm. de hoja. Acto seguido la arrastró hasta una cantera en el mismo campo, tirando el cuerpo en un pozo, tapándolo con chapas y basura para que no lo encuentren.

Tal como relatáramos en la crónica de nuestra anterior edición, tras un excelente trabajo policial el hecho fue aclarado hallándose el cuerpo y lográndose la detención de Oliva, en cuyo auto encontraron huellas de sangre y en el lugar en el que vivía un corpiño de la chica y alguna otra pertenencia. Ante esas evidencias y de manera extraoficial, Oliva se quebró confesando a los uniformados su autoría en el hecho. La apariencia del asesino era lamentable, llevaba en su rostro las huellas del infierno que pasó en los días posteriores al crimen hasta que fue detenido. Barbudo, demacrado, evidenciaba que no había dormido en todos esos días y que estaba al borde de la desesperación. Conducido de su detención en Henderson a sede judicial, allí se negó a declarar, como era de suponer.

 

LA FAMILIA

EN DECLARACIONES TELEVISIVAS

 

Los familiares de la víctima, sus padres, hermanos y demás familiares se pasearon frente a las cámaras de televisión ante el requerimiento de los medios tras un hecho de tamaña gravedad como el ocurrido. Hablaba la madre, el padre poco, hermanos y hasta primos, al padre en el programa de Mauro Viale «La Pura Verdad» el domingo ppdo. junto a la abogada que lo representa Dra. Raquel Hermida, muy conocida en los medios por litigar con clientes del espectáculo. El padre habló poco aunque sí la mediática abogada, que en algún momento dejó traslucir que las empresas debían tener cuidado con el personal que tomaban. En otros programas la madre, con sencillez campechana, respondía las preguntas de los periodistas, pero poco y nada podía decir, salvo que su hija había sido contratada en forma provisoria para trabajar en el tambo por el mismo Oliva, pero que a fin de mes debía dejar.

 

 

 

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