Lo que ocurre no es obra de este gobierno, sino una costumbre que viene de lejos, que deja al descubierto serias falencias en materia de seguridad que se repiten año a año.
En oportunidad de la asunción del nuevo titular de la comisaría local, decía días pasados el jefe de la policía distrital Comisario Manuel Fernández, a manera de excusa, que lamentablemente no podían dar cumplimiento a los operativos de tránsito que reclama el vecindario, porque las fuerzas policiales locales se han visto reducidas, en razón de que cuentan con 9 efectivos menos, los que fueron enviados a las poblaciones turísticas de la costa en cumplimiento del operativo de seguridad trazado por la jefatura en esas comunas. En una palabra: desvisten un santo para vestir otro, como dice el viejo refrán popular.
Nueve efectivos policiales menos en Casares es demasiado, aquí pasan cosas, no es cierto que nunca pasa nada, la policía debe estar atenta, hay muchos rateros, descuidistas, ladrones que están atentos para ingresar a viviendas cuyos moradores han salido de vacaciones, el tránsito es una preocupación que en los meses de verano se agudiza completamente, las madrugadas de los fines de semana son un caos, los menores y no tan menores toman alcohol u otras «yerbas» circulan enloquecidos en sus autos y camionetas. Lo de «pueblo tranquilo» es relativo, cada vez es más preocupante el tema de la seguridad y toda previsión es poca. Si a eso le sumamos que achican la dotación policial, estamos en problemas.
Decíamos que esta situación no es nueva, que se repite año a año, pero no por repetida debe tolerarse. Creemos que es precisamente en los meses de verano cuando hay mayor vulnerabilidad en comercios y viviendas, precisamente porque los vecinos vacacionan y si bien algunos dejan cuidadores, colocan alarmas y otras medidas de prevención, la policía cuando es insuficiente no puede atender toda la problemática que se presenta en ese aspecto.
Tal vez la reforma policial que se anuncia contemple y termine con esta vieja «costumbre» de despoblar las comisarías del interior, para reforzar la seguridad en la costa. Cuando se pone en marcha el «Operativo Sol» en aquellos lugares turísticos, aquí el panorama se oscurece.