Con motivo de haberse celebrado el Día de la Mujer quisimos homenajear a Joana Biete Fernanda Cunha Méndez , la monjita angoleña perteneciente a la Congregación Hija de la Virgen de los Dolores, que realiza desde hace más de un año su actividad pastoral en Carlos Casares.
Hace poco más de un año, más precisamente en diciembre de 2014, llegó a nuestra ciudad la Hermana Joana, de la congregación Hijas de la Virgen de los Dolores, proveniente de Angola para desempeñar su tarea pastoral en Carlos Casares.
El Oeste mantuvo una charla con esta simpática angoleña quien nos habló de su tarea y su adaptación en un medio tan diferente al que estaba acostumbrada.
-Cuándo llegaste a Casares Joana?
-Llegué de Angola en diciembre de 2014.
-Cómo ha sido tu adaptación durante todo este tiempo?
-Muy pero muy bien. Cuando me quise dar cuenta ya había pasado un año y no sufrí, no lloré todavía…hasta yo me quedé sorprendida.
-A qué lo atribuís?
-Yo digo que tuve todo muy facilitado. La gente es muy abierta…abierta a lo que viene, abierta a escuchar, abierta a observar y todo ello hizo que me resultara más fácil.
Por eso quiero agradecer, primero a Dios que me ha regalado el venir a una comunidad tan hermosa, a mis Hermanas de la congregación, que me han ayudado muchísimo a nivel pastoral, el relacionarse con las personas, también a los Padres de la Parroquia, Juan y Francisco.
-Y la gente, la comunidad como te ha tratado?
-Las personas también muy bien…cómo te sentís Joana, cómo van las cosas, te sentís bien entre nosotros?…Y la verdad es que mejor no sé si podría ser, y me sorprendió mucho la apertura de las personas…cómo no me voy a sentir bien entre Uds.
-Volviste en algún momento a Angola a visitar a tus familiares?
-Todavía no. Me toca ir este año, porque nosotras vamos de vacaciones de dos en dos años de acuerdo a lo que dispone la Congregación. Cada una de nosotras, que estamos fuera de nuestra patria, podemos ir a visitar a nuestras familias cada dos años.
-Nos imaginamos tus expectativas…
-Muchísimas…casi tengo ya la maleta hecha…
-De la manera que nos lo decís parecería que te sentís incómoda en Casares…
-De ninguna manera. Tengo ganas de ir, no porque me sienta mal acá, sino que es la primera vez que salgo del país, extraño mi gente, mi cultura, extraño y me hace falta…y mi familia, pero estamos siempre en comunicación.
-Está contenta ahora tu mamá, porque recuerdo que nos habías contado que no le gustó mucho que fueras monja…
-Cuando le dije que iba a ser monja sabés qué me dijo …ah, ya vas a venir, yo pensé que te ibas a quedar un poco mas. Pero mi papá me dijo que vaya lo más pronto que pueda porque en el fondo me extraña mucho…se hace la fuerte pero te extraña. Y debe ser así porque cuando me vine ella se enfermó pero ya está bien, pero de todas maneras estoy segura que todos están contentos por mi elección.
-Y vos?
-Yo estoy muy contenta. Muy pero muy agradecida. Yo extraño pero creo que es natural, es lo mío, pero por ganas de irme, por la angustia de estar acá y huir.
-Te vas en julio y volvés?
-Me voy por cuarenta días y por ahora vuelvo…
-Deseas volver?
-He tenido la suerte de tener la comunidad que tengo. La verdad es que Dios sabe lo que hace y me ha hecho sentir bien y estar bien… y en Casares me siento como en casa.