Poco a poco los fieles católicos de nuestra ciudad se van acostumbrando al estilo verborrágico que impone nuestro nuevo párroco Justo Juan Caríz en cada uno de sus sermones, la mayoría instando a la participación de los fieles, haciéndoles distintas preguntas relativas a la religión, la moral y las costumbres.
Días pasados en ocasión de la misa de primera comunión, en un pasaje de su sermón intentó interactuar con los fieles, pero viendo que estos no respondían, tal vez por timidez o desconocimiento, dijo a modo de humorada: «Dios, ¿a donde me mandaste?», dando motivo a risas contenidas y un tenue murmullo.