Los caminos de la vida
No son lo que yo esperaba,
No son lo que yo creía,
No son lo que imaginaba….
(Los Caminos de la Vida. VICENTICO)
“Caminante no hay camino, se hace camino al andar”, como decía Machado en sus versos, que el Nano volvió cantar… y ese camino es la vida que uno elige para andar, aunque no sea lo esperado ni lo que uno pueda imaginar. Porque la marcha hace huellas que dejamos al pasar, con los pies de la esperanza y los sueños de triunfar…
Y el “Alemán” Julio Butler nos dejó cientos de huellas que el tiempo no ha de borrar, y que hoy en su partida de este lugar terrenal, quiero recordar como abrazo al amigo que se va…
Como el padre, fue empleado de Banco en su mocedad, pero su espíritu aventurero, recorriendo los espacios para su felicidad, le cambió los escritorios por un camión, y viajar por diferentes caminos que fue haciendo al andar. Casado con Chuchú Arín, mujer que le dio a su vida siete hijos y un hogar, en un ayer bendecido de dicha y felicidad, pero como dijo Antonio Machado, se hace camino al andar y el “Alemán” Julio Butler salió a beberse los vientos, con la vida por delante dejando sueños atrás, y se volvió habitante de las rutas que al viajar en su camión de transporte, abrazó la soledad y se hizo ciudadano del Chaco y del Litoral, quedando atrás una vida, para otra vida empezar. Y se afincó en Corrientes, para vivir el final. Y otros vientos soplaron empujando su marchar y hasta cambió de oficio y se llegó a jubilar, formando nueva familia, allá en el Litoral. Los amigos, muchas veces, miraban hacia el camino, con la esperanza de un día verlo por él regresar. Pero el tiempo se hizo largo, como el camino que va y su regreso fue pena, porque ya no volvió más. Hasta que un día alguien trajo una noticia fatal, que a los 84 años, había muerto Julio Butler, el Alemán. Fue un 17 de marzo, allá en Corrientes Porá, donde se terminó su camino, pues se le hizo camino el andar porque como dice Vicentico “Los caminos de la vida son muy difícil de andarlos, difícil de caminarlos y no encuentro la salida”.
Pero el amigo Julio Butler, el recordado “Alemán”, los caminos de la vida los caminó y los anduvo, y la salida encontró, dejándonos mil recuerdos que son pañuelos de adios, pedacitos de sus sueños, que guardamos en el corazón…
- D. O.
