El Obispado habría decidido su traslado. La versión no oficial nos viene de inmejorable fuente
Trascendió que por decisión del Obispado de 9 de Julio, el padre Daniel Camagna, que ejerciera el sacerdocio en la parroquia local y fuera protagonista de un sonado hecho que llegó a la justicia, ha sido trasladado a un convento en Salta, donde recibirá a su vez tratamiento psiquiátrico. La versión, si bien no es oficial, nos llega de una inmejorable fuente, razón por la cual la damos a conocer.
Como se sabe el conocido sacerdote fue denunciado en la comisaría de Pehuajó por la madre de un menor por un comportamiento impropio. Dicha mujer relató que según le contara su hijo, éste se encontraba en horas de la madrugada en una esquina de la ciudad, cuando se acercó un automóvil Chevrolet Corsa color gris, bajándose del mismo una persona (dijo que era calvo) que le preguntó donde podía haber algo de diversión (prostitutas y drogas manifestó el medio digital que tuvo la primicia). Ante la denuncia un móvil policial recorrió la ciudad en búsqueda de un automóvil como el que fuera denunciado, encontrando uno de similares características procediendo a su interceptación. El mismo era conducido por el padre Daniel Camagna, que cumplió en la parroquia de Henderson una suplencia en razón de que el párroco de esa localidad estaba de viaje. A partir de allí y en virtud de que la persona que reunía las características físicas y coincidía el automóvil y el número de patente aportada por el menor, se resolvió poner en conocimiento del tema a una fiscal, la que ordenó se sigan las actuaciones judiciales correspondientes. Ante el trascendido periodístico el Obispado de 9 de Julio al cual pertenece el padre Camagna, dio a conocer un comunicado dándose por enterado del tema y prometiendo una exhaustiva investigación.
¿A SALTA?
Como primera medida el Obispado resolvió desafec-tar al padre Camagna de sus funciones sacerdotales en la localidad de Henderson, en virtud de que la comunidad de ese lugar estaba conmocionada por la noticia. Si bien desconocemos cuanto avanzó la investigación del Obispado, todo indicaría que a fin de proteger y ayudar al padre Camagna, dispuso su traslado al convento de Salta que nos hizo referencia la fuente mencionada. De ser así ha sido una decisión inteligente y acertada, ya que si bien desde el punto de vista judicial difícilmente el religioso se haga pasible a condena alguna, es evidente que su errático comportamiento, si la denuncia se ajustara a la verdad, encerraría un problema que bien merece su adecuado tratamiento.