Esa frase que popularizó Carlos Menem allá por el año 1999 refrendada por su ministro Cavallo pareciera cobrar actualidad de acuerdo a LA sensación que trasmite el gobierno de Macri al puntualizar que en el próximo semestre bajará la inflación al 25%, que crecerá la ocupación cuando los números actuales dados por el INDEC dicen que la desocupación es del 9,3%, que se terminará la etapa de recesión, nuevamente la construcción que bajó a niveles preocupantes comenzará a tomar impulso, y que con la inversión la repatriación de capitales y el blanqueo, llegará el crecimiento.
Es de esperar que todas esas expresiones de bonanza se hagan realidad, que se terminen los paros docentes, los piquetes violentos, las amenazas al gobierno, y que de una buena vez el país se encause por el camino de la paz, la concordia y el crecimiento. A ocho meses de gestión ya no queda demasiado margen para las excusas o para seguir mirando hacia atrás. Quienes votaron por un cambio, lo están esperando, la realidad no es muy alagüeña, pero el gobierno se muestra optimista y no tiene dudas de que la recuperación será realidad en los próximos meses. Que así sea.