Hoy en día viajar a Buenos Aires o a La Plata es algo corriente, sea por razones de salud, comerciales, a visitar a familiares, por estudios, etc. Pero lejos de resultar barato implica un gasto que a muchas personas les resulta sumamente oneroso. Unos pesos más, unos pesos menos según en la empresa en la que se viaja, hoy en día un boleto de micro ida y vuelta a Buenos Aires cuesta algo más de $ 900.-, que puede ser más si se trata de un servicio especial. En cuanto al costo de viajar a La Plata ida y vuelta hay que pensar en unos $ 1.050.- a los que hay que sumarle en ambos casos, taxi o remise si es que al viajero no lo esperan. Y ni hablar de aquellos a los que se les ocurre desayunar en las terminales, porque un café con leche con medialunas puede costar lo que una cena.
Las empresas nos dicen que las tarifas están muy por debajo de la realidad, que no sólo debe estimarse el precio de los combustibles, sino el tema de paritarias y aumentos de sueldos de choferes como una serie de gastos que se han incrementado más que la inflación. «Trabajamos a pérdida», dijo uno de ellos, agregando que no sabía hasta cuando van a poder sostener esas tarifas.
Un comerciante local asiduo concurrente a la feria La Salada donde se provee de mercadería nos decía: «Viajo todas las semanas y no gasto menos de $ 2000 por viaje y a veces más, que obviamente los tengo que cargar a la mercadería que vendo. Para colmo las ventas se han caído y en los viajes compro menos. Y si a eso le sumamos la competencia de los bolivianos que no se como hacen, estamos fritos…» . Otra voz provino de una vecina que viaja semanalmente a La Plata para hacerse unas aplicaciones, y que está en la disyuntiva de espaciar las mismas y nos dice: «Pero si lo hago me arriesgo, no sé que hacer».
La solución podría ser en parte el servicio ferroviario, que tradicionalmente ha sido más barato, pero por el momento es historia, y quien sabe si lo habilitarán.