NO TIENEN MEDIDA, LES ROBAN A LOS MAS HUMILDES
Un grupo de vecinos exaltados estaba en la puerta de la comisaría protestando por recientes robos ocurridos en el barrio «Más Cerca» en calle Balcarce al fondo, habitado por familias de bajos recursos. Un policía intentaba calmarlos y les proponía que en lugar de gritar afuera ingresaran al edificio policial. Una mujer que llevaba la voz cantante y que se mostraba muy irritada por ser seguramente damnificada de uno de los robos le decía al uniformado: «Es cosa de locos, roban a plena luz del día, qué hacen ustedes?». Luego se sabría que los ladrones aprovecharon el día feriado en ausencia de los moradores de dichas viviendas, ingresando con violencia para luego revolver todo y arrojar ropas, cajones, dar vuelta colchones, rompiendo vajillas en busca de dinero u objetos de valor, llevándose televisores, computado-ras, etc.
Está claro que conocían a los habitantes de esas casas y sabían que no se encontraban allí. Lo raro es que nadie los haya visto ni haya escuchado nada, ya que por la forma con que trabajaron deben haber hecho mucho ruido.
A LOS MAS POBRES
Ya los cacos no tienen medida, van a robarles a los más pobres, despojándolos de lo poco que tienen sin importarles el daño que causan. La policía estaba a la espera de las ordenes de allana-mientos para buscar en casa de los ¨viejos clientes», los mismos que van y vienen de la comisaría a los tribunales y tras tocar el ¨pianito» vuelven a seguir robando. La policía en ese aspecto poco es lo que puede hacer, podrán arrojarle ladrillazos a los patrulleros, insultar a los uniformados pero el problema no está ahí, y todos lo saben. Mientras la justicia no actúe con severidad y deje «pegados» a los malvivientes, que en Casares no son tantos, el problema seguirá subsistiendo.
SE DESCARTARON DE LO ROBADO
Pese a no contar la policía con las órdenes de allanamientos solicitadas está visto ante el rum-rum que escucharon los malvivientes y visto que los señalaban como «conocidos del barrio», decidieron desembarazarse de lo robado y arrojaron dos televisores, y otros efectos (faltarían dos tablets) en un zanjón detrás de la cancha de Deportivo.
Conversando con el Jefe Distrital Crio. Manuel Fernández éste nos decía que estaban a la espera de las órdenes de allana-mientos, y que lamentaba lo ocurrido especialmente los daños hechos a los móviles policiales (le rompieron el vidrio a un patrullero y arrancaron el espejo y abollaron a otro), estimando que no tiene sentido que destruyan precisamente el material que tienen para combatir el delito.