Decíamos en nuestra anterior edición que implementadas nuevas normas en materia de construcción de edificios en propiedad horizontal, es probable que en el futuro no se planifiquen nuevos edificios en altura, al menos en el radio céntrico de la ciudad.
Las nuevas exigencias frenarán sin duda esa posibilidad, por entender que al limitarse la altura en función de las dimensiones del terreno, el negocio inmobiliario decrece. Las razones que ya hemos fundamentado tienen que ver por un lado con el impacto ambiental que dichos edificios provocan, con la densidad habitacional de los radios céntricos de la ciudad, en menor medida con la capacidad de los servicios, y también con la planificación que diseñe cada municipio respecto hacia donde quiere direccionar el crecimiento de su ciudad.
Pero hay otro tema y tiene que ver con una pregunta recurrente que muchos formulan. ¿Habiendo tanto espacio en Casares, son necesarias las torres de departamentos?.
Muchos podrán decir y suponer que en los pueblos del interior siempre suele dimensionarse su importancia con la cantidad de edificios de departamentos conque estos cuentan. Una suerte de cholulismo urbano que los detractores de esa idea confrontan con el placer de vivir en una casa con patio, lugares espaciosos, sin la tortura de los lugares comunes, de las expensas, problemas con ascensores y una centena más de razones que al juicio de los defensores de la chatura urbana (por las casas bajas) hacen injustificable la construcción de los edificios de departamentos. Y surge esa remanida frase: «Con el espacio que tenemos en toda la ciudad nos vamos a meter en una lata de sardinas?».
Pero aún así las torres de departamentos proliferan, el caso de Casares es un ejemplo, e incluso también tienen sus defensores que no son pocos. Y claro, por ahí surgen las chanzas, algunos dicen que son ideales para las viudas, otros para los solteros y aquellos que no tienen tiempo de cuidar patios, parques ni piletas, que aunque pagando prefieren que lo hagan otros. La prueba es que se han vendido y sus habitantes se han adaptado.
Las nuevas disposiciones restringirán la construcción de edificios altos, y tal vez como pretende la comuna, Casares crezca planificado, no hacia arriba sino a sectores provistos de servicios, con casas bajas y más sabor a pueblo, que en realidad es lo que Casares es.