Todo mal, ABSA está sin dudas en emergencia y como no tomen el toro por las astas, la situación empeorará aún más, lo que sería catastrófico. Las banquinas por donde pasa el acueducto se inundan por las pérdidas y mientras tanto en Casares el agua de red brilla por su ausencia muchas horas al día, cuando hay no tiene presión, no sube a los tanques más elevados y miles de vecinos tienen que arreglarse por su cuenta. Eso sí, las facturas por el servicio llegan religiosamente y hay que pagarlas.
Todo esto sin comentar que el servicio cloacal es pésimo, que hay continuos rebalses con olor pútrido en distintos puntos de la ciudad y que el agua potable aquí no es potable. El que la toma es un kamikaze, lo mismo que el que se lava los dientes, y si se respetara las exigencias de la Organización Mundial de la Salud, con el agua de red de Casares no se podría jugar ni al carnaval. ¡Qué vergüenza!.