Comisaría en refacción, patrulleros nuevos, más efectivos, apoyo de policías regionales, cursos, cámaras de seguridad, botones antipánico, rejas, alarmas, en realidad en Casares no falta nada para combatir la seguridad. No obstante algunos vecinos le adicionan a su seguridad, un arma, o varias, y ya sabemos como termina esa historia.
Pero de que vale todo esto, si la justicia no se pone las pilas y los malvivientes, sean adultos o menores que los hay de a puñados, van y vienen en lo que se ha dado a llamar la puerta vaivén de la justicia.
El Foro de la Seguridad integrado por ciudadanos con vocación de servicio que invierten sus horas por el bien de la comunidad, está tan preocupado por ser receptor de las quejas de la ciudadanía, que se reúne con vecinos, con la policía, trazan acciones y proyecta elevar su preocupación a la justicia.
Lamentablemente esa es una película que ya la vimos, no obstante bajar los brazos sería insensato, se debe machacar ante la justicia, exponerle a fiscales y jueces que es imposible manejar la seguridad en una comunidad si los que delinquen son dejados en libertad, «habilitados» para seguir delinquiendo es una historia de nunca acabar que boicotea todo intento de preservar la seguridad de nuestra comunidad.
Debemos reconocer que toda vez que formalmente se solicitó la presencia de la justicia ante el requerimiento de la comunidad, vinieron jueces y fiscales, se celebraron una especie de audiencias públicas lográndose de los representantes de la justicia la promesa de aplicar el mayor rigor que las leyes les permitan, a fin de satisfacer los requerimientos de la comunidad. Pero nada de eso ocurrió, nada cambió, las fuerzas de seguridad y quienes imparten la ley parecen transitar por carriles distintos que no se encuentran para solucionar el problema de la inseguridad que preocupa y aterra a los vecinos.
Seguramente de la reciente reunión celebrada entre los integrantes del Foro de Seguridad y la policía para tratar una vez más el problema, se debe haber hablado mucho de esto. No obstante creemos que su solución no depende de nosotros, la justicia debe agiornarse, los jueces garantistas deben entender que las víctimas también tienen derechos, porque a la luz de distintos comportamientos por parte de la justicia parece que no los tuvieran.