El radicalismo que con los dientes apretados integra Cambiemos (son muchos los peludos descontentos), se trenzaría en la próxima interna por el manejo del timón del partido. Por un lado están los «inquilinos» actuales de la Casa Radical, Carabelli, Raitzing, Ponono, Cortona y Cía., por otro Germán Mallofré con el alfonsinismo puro, y la última tropa rebelde, integrada por Legorburu, Medina y según dicen: «250 firmas de radicales que nos apoyan». Cada uno dice tener lo suyo y confrontarán próxi-mamente. Lo que no se sabe es si adherirán como ya lo han hecho ya a las huestes del senador Foglia que parece lanzado a matar o morir, o si se plantarán exigiéndole más a Cambiemos, frente que actualmente integran. En mucho dependerá el grado de participación que se vea en la interna. Si van a votar, hacen número y se muestran fuertes, o si prefieren ponerle el sello a los que cortan la torta política.
