El domingo fue designado por el Papa Francisco, en nombre de la iglesia católica, como santo el sacerdote cordobés José Gabriel del Rosario Brochero. En Carlos Casares vive una sobrina nieta del santo, Rosario Rivarola de Domingo y con ella conversamos sobre este importante acontecimiento familiar.
DIRECTA SOBRINA NIETA
Complacida y muy emocionada, la vecina casarense nos recibió en su domicilio y con su reconocida cordialidad, quien fuera esposa del recordado portero del Colegio Nacional Jorge Domingo y madre del Dr. José Luis Domingo, nos relató:
“Una hermana del sacerdote Brochero, Rosaura Brochero, mi abuela, se casó con Clímaco Riva-rola. De ellos nació Leo-poldo Clímaco Rivarola, que se casó con María Natividad Calderón, mis padres”.
Y nos cuenta, que:
“Mi hermano Héctor Oscar Rivarola y yo, somos los únicos parientes directos del santo que quedamos, por lo menos en lo que respecta a mis conocimientos. Tal vez haya una prima en Córdoba.” Y agrega:
“Con mi hijo José Luis, estuvimos en Córdoba, visitando la Iglesia, el Museo, donde recuerdo que vi sus huesitos en una urna, porque el pobre tío contrajo lepra visitando a los enfermos en su misión pastoral, y cuando falleció lo enterraron envuelto en cal para evitar contagios y luego guardaron sus huesos en una urna”.
“ME PUSIERON
ROSARIO POR EL NOMBREDEL TÍO”
Proseguimos la conversación y cuando le preguntamos qué sentía como sobrina de un santo nos dijo:
“Mucha emoción… mucha emoción”
Y con una franca sonrisa agregó:
“Voy a ver si el tío me pasa algún poder y realizar milagros yo…Me sentí muy orgullosa y lloré mucho, lo mismo que cuando visité la Iglesia en Córdoba, porque mi padre se le parecía mucho…”
Y nos muestra una estampita de José Gabriel del Rosario Brochero y dice con orgullo “Aquí hay un pedacito de su poncho”, mostrando un sobrecito con un trozo de tela burda de la prenda de Brochero.
“Mis padres me pusieron Rosario de nombre, por el tío” manifiesta como resumen de todo ese orgullo.
Y nos muestra fotografías, documentos familiares, y pone juntas dos fotos, una del Cura Brochero y otra de su padre, en su juventud, para mostrar el parecido de sus rostros.
TENIA MUCHAS
ACTITUDES DE TIO JOSÉ GABRIEL”
Y en ese clima de recuerdos en el que estábamos inmersos, nos comentó los de su infancia:
“Mis padres vinieron de Chivilcoy y se quedaron a vivir en Casares. Se hicieron un ranchito en los terrenos de un señor Forteche, o Fortechia, no recuerdo bien, que estaba donde luego se construyó el Barrio Santa Julia (que lleva ese nombre por la señora del señor que donó esos terrenos. Allí mi padre, que se dedicaba a trabajos rurales, vivió 50 años, donde nací y me crié. Mi padre tenía muchas actitudes del tío Brochero. El siempre tenía chorizos y queso casero y a los linyeras (que les llamaban crotos) que paraban en la cercanía, les llevaba esos productos para que comieran, “pobre gente, no los voy a dejar pasar hambre” siempre decía. Cuando donaron esos terrenos, se puso muy triste y le compramos un ranchito cerca de la casa de la curandera Doña Aurelia, por las cercanías del Colegio Nacional, donde vivió sus últimos años. Pero el señor Elizalde, que tenía tierras pegadas al Barrio Santa Julia, le cedió un pedazo de tierra, donde con las chapas del antiguo rancho, se hizo una especie de ranchada, a donde iba caminando todos los días y pasabas largas horas con sus recuerdos.
EL PRIMER SANTO ARGENTINO
Y también ella como hablando con sus recuerdos dice:
“José Gabriel del Rosario Brochero, el tío, es el primer santo argentino” y se le humedece la mirada…
“Mucha gente, que conocía mi relación con el sacerdote me llamó para felicitarme y alguna vecina me dijo “comentale a la gente de EL OESTE para que te haga una nota”, y por eso llamé y ahora me acuerdo de un hermoso artículo que hace unos años le hicieron a José Luis sobre este tema.
Y nos prestó unas fotos como para ilustrar estos recuerdos, porque no todas las familias y todos los días, podemos hablar de un tío santo y venerado, como puede hacer Rosario Rivarola de Domingo…
