NUNCA VISTO A la policía la tienen de puching ball

0

Ya son varios los casos en los últimos meses en los que personas (por lo general menores) que son sorprendidos por la policía en grescas o cometiendo algún tipo de infracción,  reaccionan violentamente agrediendo de palabra y de hecho al personal uniformado que intenta poner orden. No vacilan en patearles los móviles, cascotearlos y si se les cuadra resistirse a la acción policial trompeando a los policías. Han sido y son frecuentes las crónicas que reflejan este tipo de situaciones que terminan con policías lesionados seriamente fruto de la irascibilidad de quienes se niegan a ser aprehendidos cuando cometen algún tipo de ilícito. En una palabra, usan a la policía de puching ball, trompeando a los uniformados, sabiendo que si estos llegaran a reaccionar de igual manera podría caberles una sanción administrativa y hasta quedar desafectados de la fuerza. Una contienda desigual que los agresores conocen y se aprovechan de ella.

No obstante este tipo de situaciones son inaceptables. Lejanos están los tiempos en que los vecinos respetaban -y por qué no decirlo- temían a la policía porque sabía que ante cualquier actitud agresiva podían terminar pasando varios días en un calabozo.

Los menores que actúan con esos niveles de agresión no lo hacen espontáneamente sino con el conocimiento de que gozan de la impunidad que les da el hecho de ser menores. Entonces se hacen los gallitos, presumen de estar más borrachos de lo que están y atacan a las fuerzas del orden sabiendo que no tendrán represalias y que aunque sean detenidos en pocas horas les serán devueltos a sus padres y aquí no ha pasado nada.

Es hora de bajar las edades de imputabilidad y aplicar las leyes con mayor dureza, dándole mayores atribuciones a la policía, ya que la vulnerabilidad que hoy exhiben es patética.

Es imposible manejar el orden si se le ha perdido el respeto a quienes ejercen la función de proteger a los ciudadanos, de vigilar, combatir el delito, evitar desmanes y velar por la seguridad.

 

Compartir