CADA AMIGO QUE SE VA, SON MIL RECUERDOS QUE NACEN… Roberto Luis Béssega, ex Presidente de la Liga Casarense de Fútbol, falleció el lunes 14 de noviembre a los 81 años.

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Cada amigo que se va

por caminos del silencio,

nos va dejando al marchar

miles de hermosos recuerdos,

porque por siempre estará

compartiendo nuestros momentos.

El amigo nunca se va,

siempre vive en nuestro pecho.

 

Esto que llamamos vida, y que es una suma de vivencias que a lo largo de un camino, que algunos dicen presencia, vamos uniendo al marchar por senderos de conciencia, y allí se escribe la historia de nuestra propia existencia. Lo que en la marcha se escribe, será recuerdo en la ausencia…

Y en eso de recordar amigos en momentos de su ausencia, Roberto Luis Béssega, digo,   se vuelve un “hasta siempre”,  que en nuestra alma se queda, para que siga presente porque nunca nos deja.

Roberto, amigo de mano franca, de pecho dispuesto al abrazo de un favor si hacía falta,..

Fue empleado del Banco Provincia muchos años de su vida, hasta que la jubilación le puso fin a ese andar por senderos de economía, escribiendo cada mañana el sol del atardecer, para dejar el sendero del trabajo y del deber, marcando recto camino que supiera recorrer.

Con Noelia Larraona, su compañera y mujer, hicieron juntos la senda que Dios les dio a recorrer con sus retoños, Diego y Ariel, que el camino compartieron también y que con el transcurso del tiempo, le dieron a su vejez tres nietos que entibiaron su otoño de calidez.

Con su amigo Omar Leyenda, que se anticipó en su ausencia, para completar su actividad agropecuaria, pusieron venta de semillas y productos para siembra y en las mieses de la vida, se hicieron al final cosecha, donde se duerme el silencio y la esperanza macolla para que el esfuerzo tenga el premio que lo sostenga.

Pero tal vez el resumen de su historia lo comprenda su accionar de dirigente de la Liga futbolera, dejando trabajo y sueño, para que el fútbol no muera, y muchas veces con Raúl, en esa dura contienda, dejando en ese camino dolor, lágrimas y tristeza, para llevar adelante la bandera que Abraham les dejara para que la Liga Casarense un día, tuviera sol y brillara. Y ese esfuerzo fue su triunfo, pues venció en esa batalla y nuestro fútbol salvó su casa, salvó su historia y emblemas y siguió, orgulloso, su marcha… Esa fue su victoria más preciada, que llenó de honor su alma…

Y el tiempo siguió su andar, nunca detiene su marcha, y a su cielo de felicidad llegaron nubes amargas y un quebranto de salud, que a pesar de su entereza para enfrentar sus designios, fue minando poco a poco los cimientos de su físico, acompañando a la ciencia con su fe y con su espíritu, para, sin bajar los brazos, como dice una canción que en su honor quiero citar “se fue marchando de a poco, para quedarse un poco más…”

Y el lunes 14 de noviembre, en la Capital Federal, Roberto Luis Béssega, se volvió amigo que se va, para volver en recuerdos, y desde el abrazo del tiempo, no irse nunca jamás…

 

Luego desde este mensaje que nos naciera del alma, vaya la nota necrológica que el manual del periodista marca:

El lunes 14 de noviembre de 2016, en la ciudad de Buenos Aires, donde estaba siendo tratado de una dolencia que lo acosaba desde hace mucho tiempo, falleció el apreciado vecino Roberto Luis Béssega, a la edad de 81 años. Estaba casado con Noelia Larraona, era padre de dos hijos, Diego y Ariel, quienes con Mercedes y Tamara lo hicieron abuelo de Pedro, Camilo y Bernardita. El profundo dolor que su desaparición física motivara, se vio reflejado en su velatorio y ceremonia de inhumación en el Cementerio Municipal, previo responso rezado en la Iglesia Nuestra Señora del Carmen, en la mañana del martes15. A su esposa, hijos, hijas políticas, nietas, a su hermano Daniel y demás familiares y amigos nuestras condolencias ante tan lamentable pérdida.

 

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