De los servicios (luz, gas, teléfono, etc.) que brindan distintas empresas en los últimos tiempos el del agua corriente se ha transformado en el más caro, ya que ahora se paga todos los meses y el valor del agua se le suma otro igual para el mantenimiento de la red cloacal.
Las páginas de “El Oeste” permanentemente señalan las anomalías del servicio que presta ABSA, con las constantes quejas del vecindario.
Los problemas básicamente son dos: la falta de caudal de agua y el desborde de las cloacas en la vía pública con su mal olor y el peligro para la salud de los casarenses.
EL AGUA
Con respecto al agua corriente es mucho lo que se habló en los últimos años por su mala calidad potable (exceso de arsénico y otros elementos químicos) y la poca cantidad que llega a los hogares (¿tendrán algo que ver los varios grandes edificios nuevos?) principalmente en ésta época del año.
En las últimas semanas los teléfonos fijos de nuestra ciudad han recibido en mensaje de la Gobernación Bonaerense de la inminente inauguración de una nueva cañería paralela al acueducto Nueve de Julio – Carlos Casares – Pehuajó, que mejoraría el flujo de agua en la ciudad. Pero hasta ahora “no pasa naranja”.
EL DRAMA DE LAS CLOACAS
Recorriendo la planta urbana, por muchos sectores se ven que por las tapas cloacales se vierten líquidos nauseabundos a la vía pública.
Al efectuar los correspondientes reclamos en las oficinas de ABSA, los mismos son recibidos correctamente y anotados en las planillas, pero la respuesta del personal es siempre la misma: cuando venga el camión hidro jet se procederá a solucionar el inconveniente. Y así ocurre y por un tiempo anda todo bien hasta que se repite el problema.
Lamentablemente ese camión de ABSA atiende varias ciudades.
LA SOLUCIÓN FACTIBLE
Hace un tiempo en una nota en “El Oeste”, el intendente municipal, escribano Walter Torchio declaró que tenía la intención de que la comuna se hiciera cargo de ABSA.
Sin dudas que eso no es conveniente porque lo del agua no es sólo local, sino que entran en juego ABSA Nueve de Julio y Pehuajó.
Pero las cloacas sí son exclusivas de Carlos Casares, por lo que la gran solución factible es que la municipalidad adquiera a consignación un camión hidro jet sólo para la planta urbana casarense.
De esta manera, con un muy claro y preciso convenio entre la municipalidad y ABSA, con choferes municipales y el personal especializado de la empresa, el camión trabajaría todos los días de la semana y ante cada reclamo de los vecinos, podría solucionar “al toque” los taponamientos y derrames de los líquidos cloacales en la vía pública.
De esta manera los casarenses tendríamos solucionado el gran problema de las cloacas y por ende un mejoramiento de nuestra calidad de vida.
PROF. OSCAR F. RAMÓN