El jefe comunal Walter Torchio ya está en su sillón. Regresó de unas cortas vacaciones en las que repuso energías para afrontar ahora la finalizaci;on del año, en el que a pesar de tocarle estar desde el arco opositor, ha hecho público que gestionando logró que la marcha de la comuna no se detenga y pueda ir llevando adelante sus proyectos. Aún no pudimos estar con Torchio, pero voces de su entorno nos dicen que luego de afrontar los compromisos insoslayables de los primeros meses del año, tal el caso de la Fiesta del Girasol y concretar obras que ya están en su face final, renovará sus energías con miras a las próximas legislativas, en las que piensa ratificar su liderazgo.
Por otra parte Torchio deberá mostrar cintura política a nivel regional y provincial, dado que en su partido las aguas no son del todo calmas y por lo tanto el tironeo a los intendentes será constantes. Walter no ha vacilado al decir que le gustaría que Randazzo se ponga en carrera, ya que lo considera un cuadro fundamental para la reconstrucción del justicialismo. Otra campana nos dice que han timbrado su puerta para ofrecerle un asiento en la legislatura, pero que por el momento está enfrascado en su gestión y la concreción de su proyecto de gobierno. «Casares me tira demasiado -dice Walter- hay tanto que hacer todavía…»