La vida nos da un camino,
sendero para
nuestro andar
que muchos
llaman destino,
y otros camino nomás…
Pero lo que en
él escribimos
nos habrá
de perdurar…
Fue Raúl Oscar Martinez, Lulo, de cariño y amistad, porque el nombre a veces solo se usa para firmar, pues en el trato cotidiano otro sonido nos da. El sonido de los afectos que para nombrarnos ha de alcanzar. Por eso para Martinez, hubo un Lulo , nada más…
Aquel Lulo Martinez que uno recuerda tiempo atrás, cuando era dependiente en la Casa Goloboff, antigua tienda de antaño que Casares no olvidó. Estuvo por varios años atendiendo el mostrador, pero un día la vida otros caminos trazó. Y tuvo varios senderos por donde Lulo transitó, comerciante, financista y serio hombre de hogar, con esposa hijos y nietos, que el destino o la vida lo supo en ella premiar.
En el lento ir y venir, que es nuestro paso terrenal, hubo un día en que en su físico hubo un negro porvenir y hubo un destino de sombras que lo recluyó al final hasta que el 22 de diciembre le marcara su final.
Así pasó Lulo Martinez por este espacio terrenal, dejando muchos recuerdos que lo han de perdurar.
Raúl Oscar Lulo Martinez falleció el jueves 22 de diciembre, a los 72 años. Reconocido vecino, muy vinculado a la sociedad local. Casado con Norma Navarro, padre de dos hijos, “Lulito” y Ezequiel, que lo hicieron abuelo para entibiar de cariño el final del recorrido. Desde joven, su visión se vió perturbada y en los últimos años fue acentuando su campo óptico hasta que, lamentablemente, una pertinaz ceguera lo mantuvo casi recluido en su domicilio de Las Nazarenas. Fallecido el 22 de diciembre, sus restos fueron inhumados en el Cementerio Municipal.
Con Raúl Oscar Lulo Martinez, nos deja un conocido y apreciado vecino. Deseamos la paz merecida en su descanso eterno.